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viernes, 12 de septiembre de 2008

HOMENAJE AL ESCULTOR REFURIO ARRECHIGA

Veracruz, Ver.- El Instituto Veracruzano de la Cultura en coordinación con el Centro Veracruzano de las Artes (CEVART), en un reconocimiento a la labor de las primeras escuelas y centros culturales en el Puerto de Veracruz, realiza una serie de homenajes a los Maestros Veracruzanos, proyecto que brinda a estos artistas y formadores de innumerables generaciones de creadores el merecido lugar que se han ganado en la historia de esta ciudad y puerto de cara al siglo XXI.

Es en la década de los 50’s, cuando la descentralización de bienes y servicios culturales en México, que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) funda en todo el país Casas de Cultura, Institutos Regionales y Escuelas de Arte; siendo este último, el caso de la Escuela Municipal de Artes Plásticas de Veracruz (EMAP), fomento a la promoción de actividades culturales que promueve la educación artística y la difusión de las artes, acciones que forjarian a los pioneros de la enseñanza artística en la ciudad de Veracruz, ejemplo de ello es Refugio Arrechiga Viramontes (1931), zacatecano que en 1953 llega al Puerto de Veracruz a instalar el taller de escultura en la EMBA.

Con cincuenta y cinco años dedicados a la cátedra y enseñanza de la escultura, Arrechiga recuerda entre sus alumnos, presentes en su homenaje, al pintor Raúl Guerrero, a Víctor Jiménez, y el escultor David Castillo, casi toda la generación “que se ve aleteando y luchando en este momento”, apuntala con su característico humor y don de gentes que caracteriza al artista y profesor, quien guarda un especial recuerdo por Estrella Carmona, pintora porteña que recibiera a los 16 años como alumna de sus talleres y a María Lagunes, reconocida escultora veracruzana que en 1966 recibiera una beca del gobierno francés para estudiar con André Bloc.

Con respecto a su obra, Refugio Arrechiga tuvo la fortuna de contar con maestros a Ramiro Gavino, Fidias Elizondo, Ignacio Asunsolo, entre otros, quienes imprimieron la visión de un arte nacional y conformaron la misión de la enseñanza artística que siempre guío al escultor el resto de su vida. En cuanto a los materiales el creador comenta su búsqueda, “En el barro la plasticidad, en el cobre es el color del fuego, a la hora de soldar pues es material reciclado; en cada cosa que uno hace es un goce, que yo siento y que cualquier lo siente en el ramo de lo que haga”.

Por otro lado, apunta “uno se nutre de la historia del arte y otros escultores”, en su caso es el escultor británico Henry Moore una gran influencia, cuyas piezas talladas por el tiempo y el mar son una lección, que Arrechiga imprime en sus piezas en granito, como es el caso de Paloma y La Ola y que el escultor explica así “La ola es abstracta, pero vigente en su discurso, porque en estos momentos estamos pasando por una ola de crímenes, de carencias, y de necesidades que en el día a día de cada uno de nosotros vamos experimentando, es una Ola de sufrimiento, de satisfacción, de estar nadando y ver a tu alrededor”.

Alejado de las etiquetas, Refugio Arrechiga dice no tener estilos; “yo creo que aquella persona que dice, es mi estilo, es que se ha estancado en algo”, la búsqueda es más bien la característica de este maestro de la escultura, en cuyos talleres surgieron talentos, hoy vigentes y presentes en la plástica veracruzana y donde la diversidad de formas y estilos es la constante de su obra.

“A mi Veracruz, me influencio desde chico, desde que yo tenía cuatro años, el nombre de Veracruz estuvo presente, cuando me hicieron guardar para el día de la madre, un centavito para comprar gardenias y que las iban a mandar del puerto de Veracruz y cuando pase por este puerto, hacia Mérida y que nos llenábamos de historias y que en mi fue la mayor influencia para radicar en esta ciudad, cuando me dieron a escoger en Bellas Artes, entre Chiapas, Acapulco, y entre toda la República, escogí Veracruz, porque estaba en mi memoria”.