Que bueno que las autoridades estatales finalmente pareciera que han comprendido que el turismo es la “gallina de los huevos de oro” de donde pueden obtener numerosos recursos económicos, indispensables para el desarrollo en la entidad veracruzana.
Lo anterior se desprende del mensaje que pronunció el gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa ante la titular federal de Turismo, Gloria Guevara Manzo y empresarios turísticos en la entidad.
El mandatario aseguró que la industria sin chimeneas es uno de los mayores activos de Veracruz y el gobierno estatal buscará hacer del turismo “un instrumento de estabilidad social y prosperidad para nuestra gente”.
“Esta es una herramienta para crear un efecto de bienestar en cascada: inversiones, empleos, arraigo, mejor calidad de vida. Por eso es nuestra bandera y por eso queremos impulsarlo”, aseguró.
En la reunión se dieron a conocer algunas cifras que confirman que la mayoría del turismo que nos visita es nacional entre un 85 y 90 por ciento son connacionales, lo que revela que los extranjeros son muy pocos, entre un 10 y 15 %, cuando que debería de preocuparnos que las cifras fueran al revés, es decir, debemos atraer turistas extranjeros, que son los que vienen cargados de dólares y divisas para gastar.
De poco nos sirve, que Veracruz sea el primer lugar en preferencias del turismo nacional, si los que nos visitan no traen dinero para gastar y únicamente vienen a disfrutar de nuestras playas y sitios de aventura, pero sin hacer un consumo de nuestros servicios y productos.
Según datos aportados por la secretaría de Turismo, al año visitan nuestro país, seis millones de turistas en cruceros, que durante su estadía en cada puerto dejan una derrama de 500 dólares en promedio por persona.
La pregunta es ¿cuántos de esos seis millones de turistas llegan al estado de Veracruz?
¿ Cuándo se va a construir la infraestructura necesaria para poder atraer ese mercado internacional que es el que realmente deja dólares?.
Mientras tanto, tendremos que seguir presumiendo que somos el estado que prefieren los turistas “jicameros” nacionales para vacacionar.
