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viernes, 5 de agosto de 2011

La vida es un carnaval


La buena noticia que trajo el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa al concluir su recorrido por tierras cariocas durante una semana, es que consiguió el apoyo de Brasil para apoyar las fiestas del carnaval jarocho.

Más allá de los anuncios de inversiones millonarias –que ya estaban acordadas y pactadas desde hace mucho  tiempo- lo que llamó la atención de la rueda de prensa efectuada ayer en el palacio de gobierno, en donde la primera fila fue ocupada por funcionarios del gobierno que no se sabe si fueron invitados o simplemente estaban parando oreja, es el hecho de que Brasil, hará de dar su apoyo y experiencia para mejorar el carnaval del puerto de Veracruz-Boca del Río.

Aunque los animadores de televisión en las transmisiones del carnaval de Veracruz afirman que es el más alegre del mundo, lo cierto es que el de Brasil es el mejor organizado y eso se puede apreciar en los desfiles de las numerosas escuelas de samba, que lucen además fastuosos trajes. Algunos sin tela, nada más con pinturas y plumas.

Mientras tanto acá en el terruño, las agrupaciones de comparsas del puerto de Veracruz y Boca del Río, también dieron una conferencia de prensa, en la que pidieron al ayuntamiento que encabeza Carlona Gudiño que  ya designe o nombre a quien será el presidente del comité de carnaval y en consecuencia el encargado de la organización del evento.

Esa es una de las primeras reglas que habrán de enseñarle los brasileños, que el carnaval y su fiesta se tiene que empezar a organizar y preparar desde el día siguiente de que termina el festejo, no que aquí ya van seis meses, más de medio año y todavía no hay un responsable de coordinar los esfuerzos de los veracruzanos por realizar un carnaval alegre y seguro.

Seguramente el mismísimo gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa tendrá que “sugerir” a la alcaldesa del puerto Carolina  Gudiño, que dedique una mañana a atender el asunto, en lugar de andar cortando listones, haciendo mezclas, pavimentando calles, pintando banquetas y disfrazándose de trabajadora municipal.