Por Miguel Angel Cristiani Glez.
No solo cumplió lo prometido, Sergio González Levet de que la presentación de su libro Pueblo Viejo estaría divertida, sino que gracias a su poder de convocatoria, tuvimos el gusto de saludar a amigos de la vieja guardia, con quienes estuvimos comentando y haciendo añoranzas que bien podrían servir para un nuevo capítulo o un libro entero.
El auditorio Fernando Finck estaba lleno hasta la galería, desde las 13:30 horas del viernes, cuando dio inicio la presentación de Pueblo Viejo, que como bien dice Sergio, “es un manojo de historias de mi pueblo rescatadas de entre el recuerdo y el homenaje al ingenio de quienes han hecho su historia y su fama”.
Periodistas, literatos, políticos, escritores, académicos, llenaban hasta los pasillos de la casa ubicada en la calle de Bravo, enfrene del estacionamiento del Hospital Civil.
En el corredor del Colegio de Notarios de Veracruz, empiezo saludando a Claudia Guerrero y a Virginia Durán Campollo, Angeles Sánchez, a un costado me encuentro con Cecilio García y su hijo, luego llegan Manuel Rosete Chávez, Saúl Contreras, Uriel Rosas, Joaquín Rosas Garcés, Alberto Morales el Cat, pasan por ahí, Roberto Cacala Blanco, el Chicles Villanueva, entre otros que se asoman al salón en donde ya comenzó la presentación a cargo del también literato y periodista Armando Ortiz, a quien acompañan en el estrado el propio Sergio González Levet, Efren Ortiz Domínguez y Guadalupe Flores Grajales.
En el salón se encuentran sentados Guillermo Zúñiga Martínez, Carlos Luna Escudero, Manuel Rosendo Pelayo, Miguel López Azuara, Martha Meza, José Valencia Sánchez, Quirino Moreno Quiza, Salvador Muñoz, Melitón Morales, Eleaney Sesma, Carolina Viveros García, Francisco Saucedo Ramírez, Leonor de la Miyar Huerdo, Cecilia Coronel Brizio, José Luis Santiago López, Carlos Brito Gómez, Edda Arrez Rebolledo, Gonzalo Morgado Huesca, Omar Zúñiga Adán, Gustavo Cadena Mathey, su esposa Elsa de León y sus hijos Mariana y Camilo entre otros, porque el perro pastor Alemán que me pela los dientes, ya no me dejó anotar en la memoria a más.
Pero tal y como lo había anunciado en la invitación, la presentación de Pueblo Viejo, que en la realidad es Misantla, resultó ser una amena narración de personajes y anécdotas, que son presentadas en un ameno estilo literario.
Para quienes no pudieron llegar a la presentación de Pueblo Viejo, les compartimos los primeros párrafos del inicio del libro: “El chisme es el deporte nacional de Pueblo Viejo. Todos lo ejercen y todos lo cultivan como una flor preciada. No hay honra que pueda permanecer sin mancilla ni secreto que se pueda guardar, por más que se esconda entre paredes o bajo siete llaves.
Todo se sabe; todos lo saben.
Y está tan extendido que, paradójicamente, ha perdido la fuerza maligna que en otros lados suelen tener los infundios, las mentiras, los embustes, las maledicencias. Acá se puede decir lo que sea, y en verdad que no se acaban ni amores ni se pelean hermanos ni se terminan amistades.
Los pleitos, que los hay y muchos, son por otra cosa.
El chisme se cultiva en todos lados, pero tiene un sabor especial cuando se cuenta o se escucha en la tienda de Togillo, el abarrotero del pueblo, toda una institución. ..
Más de hora y media duró la presentación que terminó a las 15:00 Horas, pero todavía hubo quienes se quedaron a disfrutar del brindis y seguir platicando sobre las semajandas, personajes y anécdotas del Pueblo Viejo.
Dos chismes que se contaron en los pasillos y que no vienen en el libro, es que el doctor Camilo Gonzalez, cuyo nombre lleva la calle principal del Pueblo Viejo, es el padre de Sergio Gonzalez Levet y el otro....no se los puedo contar, porque yo no soy de Misantla.
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