Xalapa, Ver., 18 de junio de 2015.- El secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruíz González, dio a conocer que el gobernador Javier Duarte de Ochoa, enviaría al Congreso del Estado la iniciativa para modificar el decreto de título de concesión y operación del Túnel Sumergido de Coatzacoalcos.
En esta propuesta se incluirían los acuerdos a los que se llegó con la Iniciativa Privada para continuar las labores, con la finalidad de no generar un sobreprecio en la construcción y procurar su conclusión en un año.
Este jueves, el servidor público compareció ante el Pleno del Congreso local a fin de plantear las modificaciones al título de concesión de la obra, que conectará a Coatzacoalcos con Villa Allende.
Ante los legisladores, detalló las acciones a realizar para reanudar los trabajos y precisó que entre los ejes rectores de los acuerdos destacan: terminar la construcción, actuar invariablemente en el marco del Estado de Derecho, privilegiar el orden público, la integridad del erario veracruzano, el equilibrio financiero indispensable para la viabilidad del proyecto y de la concesión del mismo, y preservar la seguridad de la obra en el proceso de labores.
Ruiz González aseveró que en abono a las políticas de transparencia y rendición de cuentas del Gobierno del Estado, los acuerdos a los que lleguen las partes, en su oportunidad, se harán de conocimiento público.
Entre éstos, el concesionario se obliga a aportar todos los recursos necesarios para la terminación y puesta en operación del túnel, reiniciar los trabajos de construcción, cuyo plazo no excederá de 12 meses contados a partir de la aprobación, en su caso, del Congreso, de la modificación al Título de Concesión y su respectiva publicación en la Gaceta Oficial del Estado.
Asimismo, se rechaza la totalidad de los reclamos de sobrecostos de la concesionaria y constructora.
Antecedentes y justificación del Túnel Sumergido
La comunicación entre Coatzacoalcos y Villa Allende dependía desde los años 60 de un puente, el Coatzacoalcos I, comprado ya de medio uso y de origen alemán, y fue hasta los 80 cuando, en época del presidente José López Portillo, se construyó el puente Ingeniero Antonio Dovalí Jaime (Coatzacoalcos II), obra majestuosa pero bastante al sur del sitio ideal para su colocación. Desde entonces son las únicas dos vías que conectan con el sureste del país.
En el año 2003 se planteó la necesidad de una nueva vía de comunicación, dada las crecientes manchas urbanas de esos lugares, pero que resultaba complicado porque los
accesos implicarían la compra de zonas muy grandes para poder construir y que, además, permitiera el paso de buques de gran calado, porque la tecnología utilizada en el Coatzacoalcos I tendría que haber sido un puente elevado más alto, con un claro mucho mayor y por ende una llegada, un acceso, sobre las dos ciudades que hubiera resultado muy caro y difícil.
Entonces se propuso la posibilidad de un túnel sumergido como la mejor alternativa, dada la existencia ya del incremento de la población y movilización urbana, y que veía una opción mucho menos agresiva en términos de la conectividad de Villa Allende con la cabecera municipal de Coatzacoalcos.
