Fue hace pocos meses, justamente en el mes de junio de este año, cuando los ciudadanos xalapeños decepcionados de un gobierno municipal lleno de excesos, vieron en el hasta entonces desconocido Cuitláhuac García Jiménez, la oportunidad para dejar atrás la decisión equívoca de darle el voto a Elizabeth Morales y convertirla en lo que hoy la historia dice, la peor alcaldesa de la ciudad.
En ese tiempo no importó que el "maestro", como él mismo se presenta pues estudió un año la Normal, perteneciera al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) que comanda el radical de izquierda Andrés Manuel López Obrador, pues estaban seguros que Cuitláhuac sería el cambio y haría la diferencia desde la tribuna, por lo que fue electo como diputado federal por el distrito X Urbano de Xalapa.
A 5 meses de aquella hazaña, pues como tutor de materia en la UV no figuraba ni remotamente en la vida pública, el diputado Cuitláhuac sacó el cobre, su verdadero yo, sus raíces innegables de MORENA, cuando este sábado 21 de noviembre se olvidó de su compromiso con los ciudadanos que dice representar, al no sólo apoyar, sino también sumarse al grupo de manifestantes que impidieron la entrada a maestros que provenientes de distintas partes del estado, presentarían la Evaluación del Desempeño Docente en el Gimnasio Omega, aquí en la capital veracruzana.
Al vil estilo porro, el hoy diputado incitó a grupos vandálicos que nada tienen que ver con el quehacer educativo, a integrarse a la manifestación y alterar el orden público, además de alborotarlos para retar a la autoridad cuya presencia era fundamental y necesaria, para salvaguardar la integridad física de los mil 500 maestros que se presentaron ese día con la convicción de evaluarse, avalando con ello la Reforma Educativa y dejando en claro su compromiso con la calidad de la educación.
Sin duda, la imagen y credibilidad de la que gozaba Cuitláhuac García ha quedado en entredicho y ni siquiera su estrategia de hacerse la víctima de los elementos de la fuerza civil o venderse como el protector de las causas sociales, le ayudarán para volverse a ganar la confianza de las familias que integran su distrito.
Desastroso sería para todos, que Cuitláhuac García Jiménez se convierta en la viva imagen del guerrerense Félix Salgado Macedonio, quien como diputado fuera sinónimo de actitudes polémicas, extravagantes y radicales, que en nada beneficiaron a la sociedad.
