PONENTE:
REYNA
LEÓN MÉNDEZ
El 7 de junio como decimos en
el jolgorio veracruzano esta “a la vuelta de la esquina”, la celebración de la
libertad de expresión en nuestro país, un
derecho humano básico, constitucional, fundamental: inherente y necesario a la
naturaleza humana, un catalizador de
voluntades y un mecanismo represor de violencias físicas.
Sin embargo hoy por hoy en
Veracruz el periodismo esta sobajado, denigrado, empequeñecido y solo dependerá de nosotros transformarlo y
buscar su dignificación.
La violencia que se vive en el
periodismo veracruzano es grave pero no
menos importante y fundamental es otro fenómeno que está ocurriendo:
LA USURPACIÓN (apropiación
injusta de una cosa que pertenece o corresponde a otra persona, especialmente
de su cargo, su función o su identidad)
Cuando el periodismo es
considerado un oficio y no una profesión, ocurre a veces y con demasiada frecuencia que personas con otro perfil académico, y desempeño
profesional o laboral, incursionan en él, con el fin de ganarse dinero fácil, o mejorar
sus resultados como informadores políticos.
Para Lyuba Yez, periodista, guionista y docente de ética
periodística, el periodismo es como una
profesión que requiere de mucho oficio, así como también de creatividad,
talento y otra serie de habilidades que nos diferencian en la vida laboral y
que alimentan la existencia del periodismo, considerándolo una presencia
fundamental para conocer el mundo que nos rodea, tomar decisiones y ser parte
de una comunidad.
“No veo en lo profesional
falta de originalidad, olfato o suspicacia. Tampoco en tener solamente un
título. El periodismo es una profesión porque su base original le exige una
responsabilidad y una preparación, además de una ética cotidiana que nos
diferencia como periodistas de cualquier otro comunicador”.
“Puedo escribir bien o ser
capaz de armar una excelente pieza audiovisual, pero si no entiendo el para qué
de este trabajo, la razón por la cual es clave en una sociedad, o tampoco
entiendo que yo como periodista soy parte de un contrato social con el público,
le restaría valor a una ocupación que es mucho más que responder las preguntas
básicas, conseguir las fuentes o escribir bien”.
No hay nada nuevo bajo el sol
por eso también quiero parafrasear la
nueva novela de Mario Vargas Llosa, Cinco Esquinas:
»Si hay un tema que permea,
que impregna toda la historia, es el periodismo, el periodismo amarillo. La
dictadura de Fujimori utilizó el periodismo amarillo, el periodismo de
escándalo, como un arma política para desprestigiar y aniquilar moralmente a
todos sus adversarios. Al mismo tiempo, también está la otra cara, cómo el
periodismo, que puede ser algo vil y sucio, puede convertirse de pronto en un
instrumento de liberación, de defensa moral y cívica de una sociedad. Esas dos
caras del periodismo son uno de los temas centrales de Cinco Esquinas.»
Leyendo a estos dos personajes
con un conceptos básicos de lo que es periodismo, me atrevo a decir que la solución
del problema que hoy enfrenta el periodismo en Veracruz es la educación,
de allí que sin importar si el periodismo en un oficio o una profesión, sin
importar las causas y motivos de las muertes de 19 periodistas en los últimos
años, sin importar la usurpación en que
se ha incurrido, sin importar si se hace el periodismo amarillista o de
liberación, el periodismo veracruzano debe renovarse, transformarse, y buscar
su dignificación.
En diferentes plataformas de
índole empresarial, política, y de desarrollo productivo, he podido percibir
el desprecio que tienen hacia este
oficio o profesión, lo ven como un mal necesario, y cada uno de los que
ejercemos el periodismo lo sabemos muy bien, lo hemos vivido en carne propia, y
aunque a muchos les gusta sentirse
“temidos”, lo cierto es que más que temernos, debemos lograr el reconocimiento,
el aval y el respeto de lo que hacemos.
No hace mucho un maestro de la carrera de
veterinaria estaba dando su clase en el recinto ferial de la Ylang Ylang, yo
esperaba sentada apartada del grupo el próximo evento a cubrir. Al reconocerme el catedrático me llamo y me presento a sus alumnos, y les dijo
que yo era periodista, que ejercía una de las carreras más fáciles, pero que lo
hacía por gusto.
No entendí cuál era el punto
pero al momento de la réplica dije que si bien era fácil lo que hacía, requería
de capacitación y preparación constante, para poder explicarle a la gente por
qué se ordeñan las vacas.
Recuerdo que me despedí de ese
pequeño grupo con el ceño fruncido, y molesta, primero porque no entendí la necesidad de defenderme y segundo porque al hacerlo no lo había hecho
bien.
Hubiera querido dejar claro
que el periodismo no es una profesión fácil, es clasificada como peligrosa y
utilizada con fines perversos, y que como cualquier profesión tiene su chiste,
el problema es que no hemos aprendido a
contarlo.
Hemos sido “candil de la calle
y oscuridad de la casa”, porque no hemos
podido contar bien nuestra historia, nos
hemos convertido muchas veces en jueces y verdugos de nosotros mismos, si no logramos
respetamos, ¿porque nos molesta tanto que los demás tampoco lo hagan?
Siendo el periodismo un oficio
y no una profesión, no puede como la medicina, enfermería, ingeniería,
contaduría lograr su certificación, a través de cursos de capacitación
permanentes.
Sin embargo no podemos limitarnos, debemos saber contar el chiste de
nuestra profesión a través de la
educación, porque el conocimiento nos hará libres, dijo el sabio y filósofo
griego Sócrates.
A través de Instituciones
educativas, u organismos como la
Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) se
puede crear programas con tiempos y
fechas con carácter curricular, que a la postre permita no solo estar mejor
preparados para ejercer el periodismo, sino tener el aval y reconocimiento
oficial.
Un apartado especial podría
recaer en las autoridades de los tres
niveles, que pueden a través de acciones de gobierno vincularnos con
instituciones de capacitación y proveernos de herramientas necesarias
Con cursos de carácter teórico-práctico y
teórico-reflexivo, dirigidos principalmente a todos aquellos que ejercen el
oficio de informar, a través de diplomados, seminarios, talleres, cursos,
mesas redondas, congresos, con el propósito de reflexionar e investigar sobre los diversos procesos que
surgen en la práctica periodística.
Hablar de temas que nos
interesan como puede ser las redes sociales, periodismo digital, foto reportajes,
periodismo cultural, la crónica, el reportaje de investigación, e incluso
idiomas y un sin número de herramientas tecnológicas que podamos aprovechar y utilizar en el
ejercicio de nuestra profesión.
Por eso con la firme y genuina intensión de hacer algo
para mejorar nuestra situación Patricia Morales, Rocío Rivera, Violeta Pacheco
y una servidora Reyna León, emprendimos la cruzada por la dignificación del periodismo
veracruzano
Decidimos las cuatro ir a
Xalapa y presentar a la CEAPP un
programa con temas de interés común, e involucrar a la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación,
al Instituto Veracruzano de la cultura, y al Ayuntamiento de Veracruz.
A todos les gustó nuestra disposición
y aceptaron ser parte del proyecto y
colaborar para el desarrollo del mismo, porque cuando el objetivo que se persigue
es el bien común, no hay dobleces.
Es esfuerzo compartido dio
como resultado un programa denominado “Libertad de Expresión, Periodismo Actual 2016”, que se llevara a
cabo del 7 al 11 de junio en la ciudad y Puerto de Veracruz.
Además si involucramos en la
cruzada por la dignificación del periodismo a la Iniciativa Privada podremos sentar
las bases para algo más grande y con un programa bien definido y consensado por
periodistas lograr EL PRIMER CONGRESO DE
PERIODISMO EN VERACRUZ.
En memoria de mi querido
esposo, quien fuera periodista, mi ejemplo y guía: Raymundo Zúñiga Ortiz,
fallecido el 4 de enero del 2016