Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Una vez que ya se sabe que José Yunes Zorrilla será el
candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz y que sólo falta oficializarlo.
La lucha por ganar un boleto a la senaduría se centrará dentro de poco tiempo en
dos mujeres y una colada de la que casi todo mundo se había olvidado.
Y es verdad. Nadie se acordaba de la nativa de Oaxaca
que fue alcaldesa de Veracruz, Carolina Gudiño Corro, hasta hace unos días en
que anunció la presentación de un libro de su autoría, lo que fue una gran sorpresa.
Digo, no porque la señora no sepa leer y escribir que sí sabe; sino porque no
se le conocían esas gracias. Pero la sorpresa fue mayúscula cuando los
asistentes se enteraron que es el tercero que escribe la mujer.
Tras la presentación de su libro, Caro se apersonó en
la sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional del PRI donde si bien no
llegó tumbando caña, sí lo hizo saltándose las trancas. Y es que le tocó
sentarse en la tercera fila del presídium lo que no le gustó, por lo que buscó
la manera de acomodarse aunque fuera en la segunda. Y lo logró. Valiéndole
gorro que los demás invitados estuvieran apretados.
Y no contenta con eso se agandalló un lugar en la
primera fila.
Por Dios señora, qué oso.
Carolina anhela la candidatura a la senaduría por el
PRI, pero en el partido no quieren saber de nadie que huela a fidelidad.
Y si por esas vicisitudes que tiene la vida resulta
candidata pasarán dos cosas: la primera es que nadie pondrá en duda que los chicharrones
de Fidel siguen tronando al interior de ese partido. Y la segunda es que Carolina
perderá la elección.
La otra aspirante es Anilú Ingram Vallines, actual
delegada de la Sedesol que tiene a su favor ser titular de la dependencia encargada
de los apoyos sociales.
Y la tercera aspirante es Elízabeth Morales García,
actual delegada del ISSSTE y ex delegada de la Profeco.
Te reitero lector, a menos que haya mano negra
quedaría Carolina Gudiño. De otra manera, ni en sueños.
Pero no hay que descartar las dos delegadas.
A pesar de que la candidatura de Anilú está en duda,
en el altiplano se podría operar para que no se quede fuera de la jugada.
Y en el caso de Elízabeth, su candidatura está casi
cantada entre otras cosas porque va arriba en todas las encuestas que ha hecho
el PRI. Y esto es un dato que no se puede soslayar.
Además, donde se para da buenos resultados como
sucedió cuando fue diputada federal y alcaldesa de la capital veracruzana.
Todo esto lo saben en el tricolor que no quieren darle
ninguna concesión a la oposición.
Perder el tercer bastión de votos del país tras más de
ochenta años de gobernar en Veracruz, es algo que no olvidan y que no desean que
se vuelva a repetir.
Veremos.
PD. A la hora
de ponerle punto final a esta columneja, los diputados veracruzanos Emiliano
López Cruz y José Roberto Arenas Martínez, se estaban pronunciando por Juan
Carlos Molina Palacios, dirigente estatal de la CNC, como candidato del PRI al
senado. Si el partido le da su bendición sólo habría lugar para una aspirante
mujer. Sólo una.