Ciudad de México a 16 de enero de 2018
Si en la primera entrega se señaló que Bansefi clonó
damnificados, en esta segunda parte se detalla cómo se hackearon
tarjetas. Compras realizadas, con poco tiempo de diferencia, en
lugares alejados de Oaxaca y Chiapas; cientos de transacciones por un
solo peso y retiros efectuados, incluso, antes de que llegaran los
plásticos a manos de los afectados por los terromotos. Para extraer
el dinero se utilizaron terminales bancarias de un supermercado, dos
pizzerías y una tienda de telefonía celular ubicadas en Veracruz,
Jalisco y Quintana Roo. Hasta ahora, sólo se confirmó la clonación de
249 tarjetas; el número podría ser mayor. La CNBV señala que Bansefi
carece de mecanismos para detectar y bloquear estas transacciones
fraudulentas.
A unas siete cuadras de la playa de Boca del Río, en Veracruz, está
la tienda Chedraui en donde, durante once días —del 23 de octubre y
hasta el dos de noviembre de 2017— se hicieron cargos a 82 tarjetas
entregadas a los afectados por los sismos de septiembre pasado. El
supermercado se localiza a unos 570 kilómetros de distancia de
Cintalapa, Chiapas, lugar en donde viven los damnificados a los que
se les clonaron esas tarjetas.
El supermercado de Boca del Río es uno de los cuatro establecimientos
comerciales que, en una investigación de la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores (CNBV) se mencionan como los sitios desde donde
se realizaron cargos a las tarjetas de débito clonadas a damnificados
de Chiapas y Oaxaca. Los otros tres comercios son una pizzería de
Guadalajara, Jalisco; otra del Puerto de Veracruz; así como una
tienda de celulares en Cancún, Quintana Roo.
La investigación realizada por la CNBV, a la cual Mexicanos contra la
Corrupción y la Impunidad (MCCI) tuvo acceso, detectó los mecanismos
que se utilizaron para robar dinero de las tarjetas de débito que el
Banco Nacional de Servicios Financieros (Bansefi) distribuyó entre
los damnificados de los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017.
Buena parte de los cargos se realizaron, incluso, antes de que se
entregaran las tarjetas a los afectados por los terremotos. Y esto
ocurrió porque Bansefi, instancia responsable de depositar el dinero
del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) a las tarjetas y de
repartirlas, carece de mecanismos que permitan prevenir fraudes en los
plásticos que emite, de acuerdo con la investigación de la CNBV.
Hasta el pasado 22 de noviembre, 258 damnificados habían denunciado
que las tarjetas entregadas por Bansefi registraban cargos que ellos
no reconocían. La CNBV confirmó que 96.5% de esas tarjetas sí fueron
hackeadas y se extrajeron a través de ellas, de manera ilegal, dos
millones de pesos.
El fraude, sin embargo, podría ser mayor: la CNBV encontró que el
mismo modus operandi se utilizó para realizar transacciones
irregulares en cientos de tarjetas más, de las cuales no se tenía
denuncia hasta el 22 de noviembre.
Para leer la investigación completa da clic aquí.
Contacto:
Georgina Aldana Santana
044 55 4384 6672
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