Perfilando
Por Iván Calderón
El ex gobernador de Veracruz Javier Duarte de
Ochoa volvió a reaparecer en los medios de comunicación y según el periódico
“El Heraldo de México” con 30 kilos menos, practicando box, con la barba 15
centímetros más larga, presumiendo una dieta de proteínas y verduras. Vaya
hasta con un reloj que le cuenta las calorías.
Sin embargo, el tema no radica ni en su
camisa “Lacoste”, su nuevo look rapado, su boina o hasta el ramillete de quejas
farsantes que lanzó, atestando que sufre para pagar las colegiaturas de sus
hijos en el Reino Unido, pasando una precaria situación económica, tanto él
como su esposa Karime Macías.
Para nada.
Tal vez en una jugada hábil o temeraria, Duarte
lanzó indudablemente un recordatorio a la Presidencia de la República de
que sigue ahí, pagando (según él) culpas que no son suyas, comportándose como
“un soldado del presidente” y lanzando un reconocimiento al electo Andrés
Manuel López Obrador, calificándolo del más legitimado, así como en el pasado
se autodenominaba “el más votado”.
Incluso, una vez más el oriundo de Córdoba
volvió a reiterar que no conoce a López Obrador, pese a que en su gobierno, la
cuñada del tabasqueño trabajó en la Oficialía Mayor de la Secretaría de
Educación y después de que su amigazo Gabriel Deantes Ramos fue el principal
operador de MORENA en el 2016.
Pero esa, es otra historia.
Sin lugar a dudas, Duarte de Ochoa se encuentra
desesperado, y a escasos días de que finalice la administración de Enrique Peña
Nieto, el ex mandatario espera seguir la misma suerte de Elba Esther Gordillo,
siendo liberado en épocas del peñismo. De lo contrario, toda la carga negativa
con su liberación la tendría que soportar AMLO, aun y con sus promesas de
amnistía.
Se tiene que decir, Javier Duarte de lograr su
libertad, sería una burla para las y los veracruzanos, y quitando las
acusaciones de las quimios falsas y hasta de los delitos de desapariciones
forzadas de los cuales se quiere blindar, el ex gobernador tiene muchas cosas
por explicar, ya que el enriquecimiento inexplicable e ilícito tanto de él, de
los suyos, como de sus colaboradores es insultante y el error de su libertad
directa o indirectamente vendría a tener repercusiones funestas para MORENA en
las intermedias, ya que le fantasma del PRIMOR se presentaría aún más.
Es cierto, y si es que primeramente libra todas
las investigaciones que la Fiscalía del Estado de Veracruz tiene en su contra,
puede que Javier Duarte se encuentre con un pie en la cárcel, no obstante Peña
Nieto ha dado muestras de que las decisiones difíciles se terminaron para él, y
ya veremos si es que Andrés Manuel se quiere comer ese pollito, el cual le dará
seguramente tremenda indigestión.
Esperemos a ver qué pasa.
@IvanKalderon