Xalapa, Ver.- Veracruz no siempre fue el lugar de las fosas clandestinas ni el Estado de México será siempre el Monstruo de Ecatepec ni los restos y miembros de personas descuartizadas o las mujeres emboscadas diariamente, una distinta cada vez; tampoco el paraíso de asesinos seriales y feminicidas ni la impunidad rampante y homicida: “No tenemos que ser siempre esto”, afirmó la periodista Lydiette Carrión.
Durante la presentación de su libro La fosa de agua, este viernes en el Centro Recreativo Xalapeño, dijo que cada feminicidio allana el camino al siguiente y cada nueva fosa clandestina abre las puertas a otras más.
“Veracruz no era así. Recuerdo que en mi infancia era ríos, bolis, tamales de frijol, café rico, nanches. Ahora es sinónimo de fosas, pero a la gente que vive en Ecatepec y Tecámac les pasa lo mismo. Vivimos hoy en una sociedad feminicida”, agregó.
La también coautora de Los Gobernadores, Todas, A mí no me va a pasar, Entre las cenizas, Tú y yo coincidimos en la noche terrible y 72 migrantes, consideró indispensable trabajar como sociedad, involucrarse y no ignorar la realidad.
“No podemos dejar todo a las instituciones. La tesis en que me baso, lo dice un criminólogo al que entrevisté, es que estos niveles de violencia y crimen organizado no se pueden explicar sin la participación activa de las autoridades”.
Recordó que en su texto da seguimiento a diez casos, durante seis años, en los municipios de Ecatepec y Tecámac, donde se observaba un crimen organizado muy específico, “nada estaba claro, ninguna versión completa; las complicidades y la inoperancia judicial imposibilitaban llegar a una verdad”.
La periodista descubrió no se necesita ser enfermo mental para cometer atrocidades. Basta con que la sociedad impulse, normalice y aliente estas prácticas. Se hace porque se puede, deja dinero y es más fácil que robar un banco.
El presidente municipal Hipólito Rodríguez Herrero expuso que La Fosa de Agua da pie a reflexionar sobre la crisis humanitaria derivada de años de abandono en la construcción de políticas públicas que protejan y garanticen la autonomía de las mujeres: “En el proyecto municipal hemos fortalecido al Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa, y con apoyo de los miembros del Cabildo se impulsa iniciativas que contribuyan en este sentido.
Refirió que múltiples factores abonan a que siga y se agrave la violencia: la erosión en la solidaridad social, el deterioro de la cultura de la educación, que no acepta que las mujeres tienen derechos fundamentales para desplegarse en todos los terrenos de la vida social.
“Estas prácticas destructivas requieren un alto tajante, no las podemos permitir. Así que de la lectura y discusión de este texto podemos aprender lecciones que nos ayuden a avanzar en una nueva forma de reconstituir la seguridad para las mujeres”, concluyó.
La investigadora y académica de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), Estela Casados González, dijo que para leer La Fosa de Agua hay que ser muy valiente y consciente: “Estas investigaciones develan la falta de voluntad de las autoridades para aclarar los feminicidios o los homicidios; hay un andamiaje legal que sigue de mala manera, sin infraestructura que permita resolver los casos, sin personal, que muchas veces se convierte en copartícipe”.
También destacó la falta de sensibilidad de la sociedad para involucrarse con estos temas, dado su desinterés y despolitización, pues “la gente de a pie prefiere alejarse, se disfraza en la normalización, como si las víctimas debieran justificar por qué les pasó lo que les pasó”.
La abogada e integrante de la Red de Mujeres Feministas de Veracruz (Remufever) y del Frente Veracruzano por la Vida y Derechos de las Mujeres, Esmeralda Lexiur Ferreira, se refirió a la investigación de Lydiette Carrión como un retrato de la desaparición de personas, que culmina cuando por la incompetencia de las autoridades se comete homicidios y feminicidios.
“Su trabajo es magnífico, porque identifica y documenta legalmente diez casos claros de feminicidio; nos muestra cómo la justicia se niega, y por ello mientras no existan protocolos adecuados, más leyes, las mujeres vamos a tener que esperar y nadie se acostumbra a no tener dignidad”.
Asistieron las regidoras Guillermina Ramírez Rodríguez, Consuelo Ocampo Cano, María Consuelo Niembro Domínguez y Erika Yerania Díaz Chavar; el regidor Rafael Pérez Sánchez; la directora del Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa, Yadira Esther Hidalgo González, y la ex diputada Tanya Carola Viveros Cházaro.
