Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
El viernes por la mañana, antes de que el aspirante a
la dirigencia estatal del PRI Carlos Aceves Amezcua, y su compañera de fórmula Marilda
Rodríguez se reunieran con la militancia cetemista en Xalapa, corrió el rumor
de que el líder nacional de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, estaría en Veracruz
para brindarle su respaldo a su sobrino. “Qué va a ser; don Carlos no quiere al
muchacho”, dijo un priista despistado.
Pero eso estaba por verse.
El jerarca de la CTM llegó el mismo viernes a las 6 de
la tarde al aeropuerto Heriberto Jara y ahí estuvieron para recibirlo el líder
estatal cetemista Víctor García Trujeque, y el de la CNC Juan Carlos Molina, junto
con la plana mayor de la CTM.
Por la noche y en reunión con sus anfitriones, don
Carlos dijo sin rodeos que venía a apoyar a su sobrino… y con eso tuvo.
El sábado por la tarde no cabía un alma en el atestado
auditorio del SUTERM del puerto jarocho que tiene capacidad para 600 personas,
pero donde García Trujeque metió a mil 200 cetemistas. Todos festejando la
visita de Aceves del Olmo y patentizando su apoyo a la fórmula de Carlos y
Marilda.
Eso es cariño, no fregaderas, dijo un analista
político y en efecto. ¡Vaya con el espaldarazo!
Esto envió a Carlos y Marilda a los cuernos de la luna
y le metió un calambre a la campaña de Marlon Ramírez Marín, que se supone, va
arriba en las encuestas y esperaba ese apoyo pero para él. Además, quizá le dio
el tiro de gracia a otro de los aspirantes, Adolfo Ramírez Arana, que a esa
hora se encontraba en un deslucido mitin en Zongolica.
De las cuatro fórmulas registradas, el hándicap se centra
en dos: Marlon Ramírez y Arianna Aguirre y por el otro lado Carlos Aceves y
Marilda Rodríguez.
Al que ya le entró la desesperación es al diputado
federal Héctor Yunes Landa coach de Ramírez Arana. Y es tanta su ansiedad que lo
acompañó al mitin de Zongolica a ver si su pupilo levantaba un poco.
El legislador sabe que Adolfo es su única carta para
aspirar por segunda ocasión a la gubernatura de Veracruz. Si pierde el muchacho,
de todas maneras buscará la candidatura, pero será por otra opción y no por el PRI.
¿Y qué con la cuarta fórmula?
Ni para qué mencionarla. Patrocinada, auspiciada y financiada
por Elízabeth Morales, nada trae en la cartuchera como para enfrentarse a los
punteros.
A trece días de unos comicios inéditos (por primera
vez sufragarán sólo los militantes) únicamente dos fórmulas se perfilan como
favoritas. De entre Marlon Ramírez y Carlos Aceves, saldrá el próximo dirigente
del PRI estatal.
No hay más.
Lorena Piñón
Cuando Lorena Piñón anunció su deseo de postularse
como candidata a la presidencia del nacional del PRI le dijeron de todo; desde
ilusa hasta inocente, pero no se amilanó.
La ex Delegada Federal de Relaciones Exteriores sigue
en la brega y puede ser la gran sorpresa en el proceso electoral que arrancará
en julio, donde competirá contra gallos de espolones como Miguel Ángel Osorio
Chong, Ulises Ruiz y Alejandro Moreno.
En reunión con un grupo de periodistas veracruzanos,
Lorena aseguró que tiene el apoyo de la joven militancia del tricolor que ven
en ella el cambio generacional que tanto anhelan. “Aunque suene a disco rayado
ya estamos cansados de las mismas caras y los mismos nombres. Sin menospreciar el
talento de los hombres y mujeres de experiencia, planeo renovar al PRI con
gente joven que no ha sido tomada en cuenta”.
Cuando alguien le preguntó si en realidad piensa que
va a ganar Lorena contestó engallada: “Claro, yo no compito para perder”. Dijo
que se siente con las mismas posibilidades de triunfo que sus adversarios, pero
su ventaja será en la campaña, cuando los militantes vean una cara nueva y sin
mácula que quiere dirigirlos.