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domingo, 23 de junio de 2019

Amenaza a la cultura de la vida

Comunicado Dominical. Arquidiócesis de Xalapa. 23/06/2019

El pasado 20 de junio de 2019, se dio a conocer que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atrajo un amparo de los grupos anti vida, para analizar si hubo omisión legislativa del anterior Congreso del Estado de Veracruz, por no modificar algunos artículos del Código Penal.

Nuevamente nos encontramos ante otro intento de los grupos abortistas que han buscado imponer la muerte de los concebidos hasta las 12 semanas de gestación, en esta ocasión valiéndose de la Corte para pretender imponer la cultura de la muerte en Veracruz.

El Aborto provocado es un crimen terrible por donde se quiera ver; es el derramamiento de sangre inocente de seres humanos que no pidieron venir a este mundo; el aborto es un delito porque priva de la vida a un ser humano; es una forma de exterminio de los seres humanos en el vientre de su madre. Y si lo analizamos como un jugoso negocio de quienes lo promueven, es todavía más inhumano porque detrás está el lucro y la ambición desmedida. No queremos que se derrame más sangre en Veracruz. 

En realidad NO HUBO OMISIÓN LEGISLATIVA por parte del anterior Congreso del Estado de Veracruz. Lo que sucedió fue lo siguiente, la Comisión de Justicia y Puntos Constitucionales, habiendo hecho el análisis jurídico correspondiente, dictaminó negativamente la Iniciativa que en ese entonces había presentado la diputada Tanía Carola Viveros porque era inconstitucional. La inconstitucionalidad radicaba en lo siguiente: no se podía modificar el Código Penal de Veracruz porque la Constitución de Veracruz, en su Artículo 4 protege la vida desde la concepción hasta su desenlace natural. Es decir, la Constitución Política de Veracruz contempla jurídicamente “el paso de la vida albergada en el seno materno a la vida albergada en la sociedad”. Por lo tanto, el Estado de Veracruz respeta la vida humana.

Una vez dictaminada la iniciativa, se subió a la votación del pleno y fue notablemente desechada, porque la mayoría de los diputados la voto en contra.  Quienes la habían presentado, conocedores de sus inconsistencias,  ni siquiera dieron la cara o defendieron sus posicionamientos, simplemente se salieron del auditorio.
Es importante recordar que la reforma del Código Penal la estaba promoviendo e impulsando la Conavim, que es un órgano administrativo que depende de la SEGOB a nivel federal. Esta reforma se disfrazó a través de la iniciativa que ya mencionamos. La Conavim se estaba excediendo en sus funciones, quería dictarle al congreso de Veracruz la forma de legislar. La Conavim pretendía un fraude constitucional violando el debido proceso legislativo; puesto que la Conavim no es congresista local o federal ni presidente ni gobernador para promover alguna iniciativa de ley.

Toca ahora a la legislatura actual hacer una defensa jurídica apegada a la técnica legislativa y al mandato constitucional local para hacer respetar su autonomía y su razón de ser como poder legislativo, así como la voluntad del pueblo veracruzano que, en su mayoría AMA Y RESPETA LA VIDA como quedó de manifiesto en la reforma del art. 4 Constitucional. Fue voluntad del pueblo de Veracruz que la Vida se proteja desde la fecundación hasta su desenlace natural. Basta recordar que lo que sucedió en Veracruz fue, el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.

La reforma del Artículo 4 de la Constitución no fue promovida por ningún partido político, ni por algún legislador, ni por el gobernante de entonces, sino por la sociedad organizada. Fue la Asociación Civil, SÍ VIDA quien luego de un largo proceso y con el apoyo de miles de ciudadanos la presentó al Congreso acompañada de 28 mil 414 firmas.   

Esperamos por lo tanto que triunfe la verdad y que no haya un manejo político de este tema, en estos tiempos en donde el Estado de Derecho es el que debe imperar. En Veracruz no hubo omisión legislativa, sino una decisión firme de acogida por la CULTURA DE LA VIDA y un rechazo de la cultura de la muerte.

Decirle Sí a la cultura de la vida es reconocer que la vida humana es uno de los valores fundamentales que tiene una persona; la vida es un bien que debe cuidarse, protegerse y alimentarse. Decir sí a la cultura de la vida significa decir Sí a mejores condiciones de salud, mejor educación, mejores oportunidades, significa cuidar la integridad de sus habitantes y eliminar la violencia

Que en Veracruz toda persona pueda desarrollarse íntegramente en todas las etapas de su vida, desde la niñez hasta la ancianidad.

Pbro. José Manuel Suazo Reyes