Desde el
Café
Bernardo
Gutiérrez Parra
Enclavado
en el corazón de la Sierra de Zongolica y con apenas 12 mil habitantes, Mixtla
de Altamirano es el municipio más pobre de Veracruz y pertenece a una región
donde las diferencias entre los grupos de poder se dirimen a balazos.
El pasado
24 de abril fue asesinada la alcaldesa Maricela Vallejo Orea junto con su esposo
Efrén Zopiyactle (tesorero del ayuntamiento), y su chofer Sabino García
Castillo. En enero Maricela había denunciado amenazas de muerte de parte de
grupos que querían tumbarla de la alcaldía, pero al parecer nadie le hizo caso.
¿Quién la mató?
Quién sabe, pero desde ese día los ánimos (muy caldeados desde antes del triple
crimen) subieron de efervescencia.
En mayo el
Congreso nombró munícipe interino al síndico Ricardo Pérez Marcos, pero un mes
después asumió el poder la alcaldesa suplente Margarita Montalvo Acahua y volvió
a estallar la inconformidad de quienes incluso, la acusan de estar detrás del
asesinato de Maricela.
Ya con
Margarita como munícipe Mixtla se dividió en dos; unos para apoyarla y otros
para exigir su dimisión. ¿Hubo invitación al diálogo por parte del secretario
de Gobierno Eric Cisneros? No que se sepa.
Fue
entonces que sin decir agua va entró Súper Cuitláhuac al rescate y como
primeras providencias pidió al Congreso la desaparición de poderes en Mixtla. Obedientes,
los diputados de Morena dieron entrada a la propuesta, desaparecieron los
poderes y nombraron un Concejo Municipal que este jueves tomó protesta pero no
en Mixtla, sino en el propio Congreso local.
Lo
anterior puso iracundos a los mixtlecos, tanto a los que apoyan como a los que rechazan
a Montalvo Acahua que tomaron el Palacio Municipal y advirtieron que no dejarán
entrar a los concejales. “Exigimos que se respete a Mixtla y sus habitantes. No
aceptaremos imposiciones de nadie, ni del Congreso. No queremos un Concejo
Municipal, queremos que nos dejen decidir a nosotros”.
Es casi
seguro que los concejales tendrán que entrar a Palacio Municipal con el apoyo
de la fuerza pública. El problema es que alguien puede alocarse y soltar un
balazo; y si los policías contestan la agresión aquello puede estallar.
Aguas…
Mixtla es un polvorín, un gato montés muy malhumorado al que el gobierno
estatal insiste en morderle los testículos. Por el bien de todos ojalá no pase
nada. Pero si las cosas se salen de control, la responsabilidad será del
gobernador y de nadie más. Y a ver si no se le ocurre echarle la culpa al
Fiscal.
En
presencia de Magistradas, Magistrados, Consejeros de la Judicatura, jueces,
personal del Poder Judicial así como de familiares y amigos de los
homenajeados, Álvarez Peña destacó que “quienes formamos parte del Poder
Judicial estamos muy orgullosos de tener la oportunidad de colaborar con
servidores públicos como a los que hoy reconocemos, ya que también hemos sido
testigos de la entrega de lo mejor de sí mismos, ante la enorme responsabilidad
que implican las tareas jurisdiccionales”, por lo que expresó su “admiración y
respeto por los años de servicio brindados a Veracruz, y que con su destacado
trabajo han contribuido a la paz y la estabilidad social de nuestro querido
estado, al tiempo que nos marcan el derrotero a seguir en el futuro”.
Por su
parte y al hacer uso de la voz, el señor Enrique López Becerra, trabajador con
65 años de antigüedad, manifestó: “Este largo camino laboral en el Poder
Judicial nos ha otorgado grandes satisfacciones y experiencias, que hacen que
día a día acudamos a nuestros lugares de trabajo con el ánimo de brindar
siempre un mejor servicio; recibo con mucha emoción este reconocimiento por su
gran significado porque desde hace 65 años formo parte del personal que labora
para el Poder Judicial del Estado; desde el año de 1954, para ser precisos,
cuando contaba con la edad de 17 años”.
Junto con
el señor López Becerra, recibieron igualmente un reconocimiento los siguientes
servidores públicos: Raúl Tapia Mendoza, con 55 años de antigüedad; Guadalupe
Olmedo Viveros, con 52 años de servicio; Juana González Rosado, con 50 años;
Gilberto Triana Hernández, con 48 años; Francisca Villegas Sangabriel, con 48
años; Pedro Gil Hernández, con 46 años; Antonio Prado Hernández, con 46 años;
Adela Flores Hernández, con 44 años; Luz María Linaldi Hernández, con 43 años; Carmen
Arellano González, Blanca Prado Hernández, Juana María Ramón Sánchez y Leonardo
Aguilera Tadeo, todos ellos con 42 años; así como Margarita Castillo Martínez,
con 40 años de antigüedad y Alma Violeta Rodríguez Rivera, con 39 años al
servicio del Poder Judicial. Enhorabuena a todos.