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lunes, 30 de septiembre de 2019

ANA LÍLIA Y NOEMÍ: CÓMPLICES

La omisión también puede ser ligada y hasta considerada como COMPLICIDAD.

El insultante engaño que preparó el Gobierno del Estado de Veracruz en el último tramo del periodo de mando del ahora "víctima y perseguido" Javier Duarte de Ochoa, a través de la entonces Secretaría de Comunicaciones -SECOM- cuyo titular fue Guillermo Mendoza, respecto a la "inversión" que se realizaba en la carretera Teocelo-Cosautlán, HOY ha cobrado lo que se espera sea la única factura: una movilización ciudadana, quizá excesiva, quizá fuera de la ley, pero lamentablemente con fundamento: la carretera que incluso se reportó y facturó como "terminada", en realidad no lo está. Y un añadido, la detención de tres personas, que sin lugar a dudas enciende ánimos sociales que no tendrían porqué tocarse.

Y a qué se le podría denominar en este caso "omisión" y su consecuencia que podría clasificarse como "complicidad"?. Ah, pues a la actitud que asumieron la entonces presidenta municipal de Teocelo, la señora Ana Lília López Vanda, hoy al parecer inmersa en una nómina de una dependencia estatal y su amiga de siempre, la señora Zoila Noemí Guzmán Lagunes, en ese momento diputada federal.

Y ¿porqué ambas damas tendrían vela en este entierro?. Simple: las dos se quedaron calladas luego que los trabajos de la carretera fueron abandonados. Ninguna de las dos levantó la voz. Ninguna de las dos hizo la denuncia social respectiva. Ninguna de las dos inició una labor de exigencia al Gobierno priista que iba de salida. Ninguna salió a reclamar el terrible y ofensivo engaño que Guillermo Mendoza escenificó en el mismo Teocelo, en un acto público llevado a cabo exactamente enfrente del panteón municipal teocelense en donde se dio vuelo anunciando y anunciando inversiones, muros de contención y luego una burla al emprender "una gira" de supervisión en la carretera en donde "vio" diversos puntos de riesgo, culminando con la visita exactamente al sitio donde tres semanas después, se suspendieron los trabajos.

Noemí Guzmán se justificó en su momento advirtiendo que "ella solamente había gestionado y que jamás había visto siquiera un peso de lo destinado para esa obra", y eso es verdad, pero en realidad nadie acusó a Noemí de robarse algún recurso en esta obra, el señalamiento es por haberse quedado callada, todo en nombre de "la lealtad al priismo" al que no se le podían sacar sus trapitos al sol.

El caso de la señora Ana Lília es idéntico: nadie dice que se haya robado o desviado algo de esos recursos, pues fue sabido que la constructora fue contratada por SECOM y fue pagada directamente por SEFIPLAN...pero....tampoco denunció la tranza. ¿Porqué?, pues porque se trataba de "su" Partido, se trataba de "su" Gobernador -Javier Duarte- y es preferible quedarse callada por "lealtad" y desde luego fue mejor traicionar la confianza de todo un pueblo que la tenía por Presidenta.

Así pues este enorme fraude que es la carretera Teocelo-Texín, nada más por OMISIÓN, tiene dos cómplices, muy independientemente de quién o quiénes se hayan robado los millones que fueron facturados al Gobierno: Ana Lília López Vanda y Zoila Noemí Guzmán Lagunes.

Y luego se preguntan porqué el priismo está en crisis