Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
El pasado viernes las autoridades chinas anunciaron la
construcción de un hospital de alta especialidad en la provincia de Wuhan,
donde se reportaron los primeros casos de un nuevo coronavirus. Lo sorprendente
es que lo levantarán en un plazo de diez días (contados a partir del viernes,
por lo que estará listo el 2 de febrero), tendrá mil 300 camas, 450 médicos
especialistas y equipo de última generación para atacar la pandemia.
Luego volteas para acá lector, ves el panorama y no
sabes si ponerte a llorar o escribir un poema.
Desde marzo del año anterior, el gobierno municipal de
Xalapa estuvo anunciando el inicio de obras de reconstrucción en algunas calles
con pavimento hidráulico. “¡Amiguito, pronto pavimentaremos tu calle, estate
pendiente!”.
En mayo la directora de Obras Públicas, Citlalli
Hernández Garrido, dijo que en el periodo vacacional de verano iniciaría la
pavimentación de la calle Revolución y los trabajos podrían tardar hasta cuatro
meses.
¿Cuatro meses? Uta… pero bueno, ora pues.
El viernes 16 de agosto por fin arrancaron los
trabajos y uno imaginó que pavimentarían toda la rúa que comienza en Enríquez y
sube sube y sube hasta llegar a 20 de noviembre. Pero no, el pavimento sólo abarca
cuatro cuadras y eso es todo.
La bronca es que ya pasó la mitad de agosto, todo septiembre,
octubre, noviembre, diciembre; ya casi se va enero y la calle no queda. Si bien
ya se chutaron dos cuadras; frente al mercado Jáuregui y a la altura del Árbol falta
mucho por hacer.
Cinco meses (uno más de lo planeado) no han sido
suficientes para pavimentar cuatro pinches cuadras. Y puedes jurar lector a que
se van a aventar otro mes antes de que los automovilistas puedan circular por
una vía de comunicación parchada.
¿Por qué se están tardando tanto? Sepa Dios. Preguntas
a los responsables y te dicen: Es que las lluvias, es que el terreno, es que
encontramos una pirámide que no estaba contemplada, es que… es que… es que…
puros pretextos.
Todas las calles de Xalapa necesitan al menos una
buena bacheada; el problema es el tiempo. Una operación aritmética me hizo
saber que si el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero ordenara pavimentar la mitad
de las calles y bachear la otra mitad, al ritmo que se están haciendo los
trabajos en la calle Revolución, le llevaría aproximadamente 270 años terminar la
chamba.
Y es que del alcalde para abajo, así de grande es la
pachorra de la comuna xalapeña.
En contrapunto, este domingo el gobernador Cuitláhuac
García entregó pavimentada la calle Rafael Aguirre Cinta. ¿En qué municipio? En
Xalapa, naturalmente. Ah caray ¿y eso? Pues ya ven…
Lo
que llamó la atención es que llegó acompañado de la diputada Rosalinda Galindo
(en un claro mensaje de que es su candidata a la alcaldía de Xalapa), pero sin el
alcalde Hipólito Rodríguez.¿Olvidaría
invitarlo? Quién sabe. Lo que se comenta es que el distanciamiento entre ambos
es cada día más notorio. Cuitláhuac –nos dicen- no soporta al xochimilca por
dejado y pachorrudo.Y
debe ser cierto; la calle Revolución es sólo un ejemplo de esa pachorruda dejadez.