Mutatis mutandis.
Por Rafael Arias Hernández.
Imposible ocultar lo inocultable.
En importantes aspectos los encargados, los empleados temporales no rinden
buenos resultados, las condiciones no mejoran y hasta se va de mal en peor.
Abundan homicidios y muertos de
hambre; ineptos y corruptos de ayer y hoy.
Inseguridad, recesión, pobreza e
ingobernabilidad, son algunos de los temas prioritarios que no pueden, ni deben
ignorarse o minimizarse. Imposible mejorar sin sostener y avanzar en cuestiones
centrales. Ignorancia, incapacidad e irresponsabilidad, conducen fácilmente a
la inefectividad.
Seguridad y Estabilidad social,
para generar más y mejores oportunidades. Economía y finanzas, para reducir
pobreza y multiplicar oportunidades, sostener y fortalecer esfuerzos individuales y colectivos. Gobiernos
austeros, eficientes, coordinados, proveedores puntuales de servicios básicos y
de buenos resultados.
Cualquier evaluación seria,
rápidamente prueba y comprueba los casos en los que, gobernantes y servidores públicos, no ofrecen
buenos resultados, simulan, encubren, entretienen o distraen, porque no saben, son
incapaces o simplemente, les importa un bledo rendir puntual y claramente, buenas
cuentas, con resultados positivos.
RECONOCER ACIERTOS Y ERRORES.
Para mejorar y avanzar es
imprescindible, partir del simple hecho de que quienes gobiernan, electos o
contratados, no son perfectos ni infalibles, solo son humanos; y también,
entender que no se mandan solos, ni pueden hacer los que les da la gana.
Transparencia; difusión y acceso a
la información pública; puntual y verdadera rendición de cuentas; fiscalización
real y efectiva; y evaluación ciudadana y social son, entre otras, las
condiciones o principios básicos que todo servidor público, sin excepción, debe
acatar y observar.
De ahí que vale la pena insistir y
comentar, que el presidente AMLO, el pasado enero reconoció el error de
sostener una política económica oficial inviable y ordeno integrar un equipo de
funcionarios, especialistas, empresarios,
y líderes sociales, involucrados en los importantes temas económicos y
sus efectos sociales, para que preparen
e integren un documento al concluir este mes de febrero. Documento que pueda
servir como punto de partida para integrar y actualizar la política económica
del gobierno federal, como respuesta a la fase recesiva iniciada en 2019.
“… los integrantes del gabinete legal y ampliado fueron convocados a
una reunión en Palacio Nacional para la instalación de dicho comité, el cual
tendrá como obligación procesar la información llevar el análisis y agilizar
los procesos para que las inversiones se lleven a cabo, así como coordinar las
distintas dependencias federales “para suprimir la burocracia y que no nos
falle la implementación”. (Eleconomista.Elfinanciero.290120)
Reconocer el error es apenas el comienzo, habrá
que ver que nuevo tipo de política resulta y, desde luego, su efectividad.
También habría que señalar, que admitir error y
tratar de corregir, es raro y poco frecuente entre los que dicen gobernar o ser
servidores públicos. En su inmensa mayoría, mientras están el poder, mientras
permanecen en la nómina oficial, no reconocen errores, ni admiten responsabilidades;
no aceptan insuficiencias y defectos en su proceder.
En pocas palabras no oyen, no ven, ni entiende
su realidad, misma que tarde o temprano, se hace presente y los coloca como
irresponsables y hasta culpables de lo que sucede.
¿Y LOS ESTADOS Y MUNICIPIOS ESTANCADOS O EN
RECESIÓN?
En este contexto resultan oportunas algunas
preguntas, principalmente a gobernadores y presidentes municipales, cuyos
ámbitos de gobierno son característicos del mal funcionamiento de su economía
estatal y/o municipal.
¿Por qué no hacen nada al respecto y se abocan
a cambiar la inoperante e insuficiente política económica? ¿Qué esperan?
¿Por qué no se evalúa a fondo, utilidad y
efectividad, de la aplicación y vigencia de
informes de gobierno, planes y
programas, así como de indicadores y datos de 2019 y su proyección a 2020? ¿Para
qué sostener información y estudios oficiales, obsoletos, rebasados o
equivocados que, como es usual, sirven de base a decisiones y políticas
actuales?
Sin excusa ni pretexto. Quienes
dicen gobernar están obligados a atender y resolver los problemas presentes y prever los futuros;
satisfacer las necesidades sociales básicas,
asegurar un buen gobierno, actualizar las instituciones públicas y,
consecuentemente, promover las reformas que
controlen y orienten evolución y cambios, para el bien de la sociedad.
La realidad del México y el
Veracruz de hoy, exige responsabilidades y buenos resultados a todos.
Es preciso valorar los esfuerzos y
aprender las lecciones. Destacar logros y avances, fortalezas y ventajas; así
como faltas y pérdidas, carencias y debilidades, para identificar y resolver problemas
y conflictos que la realidad ha hecho y hace evidentes.
¿Qué ha pasado con la necesaria y
urgente renovación de instituciones públicas? ¿Por qué inseguridad y pobreza
siguen creciendo? ¿Se debe combatir y reducir exportando pobres?
Hoy por Hoy, el principal programa de
ayuda y apoyo a los pobres, no es del gobierno, es de los pobres, que no
pudimos atender y brindar oportunidades, y que ahora desde el exterior envían
más de 36 mil millones de dólares, a sus familiares pobres que aquí siguen.
Ante retos y desafíos, reconocer y
fortalecer diálogo y construcción de consensos y acuerdos; conveniente
unificar esfuerzos y voluntades, para sacar adelante las necesarias y urgentes
reformas, que transformen y mejoren estructuras, funciones y resultados
institucionales; y sobre todo, asumir nuestra responsabilidad histórica, ante
el agotamiento de instituciones y obsolescencia de leyes, hechas para otros
tiempos y otras condiciones.
GOBIERNOS BUENOS, MALOS Y PEORES.
Para reflexionar y prevenir, téngase
presente que incapacidad, irresponsabilidad y mediocridad, tienden a ignorar lo importante, minimizar lo
determinante y soslayar lo básico. Preciso no olvidar, algunas lecciones, que
la Historia ofrece.
Gobierno que no cumple con su
obligación de atender bien y a tiempo las necesidades sociales presentes, es un
mal Gobierno.
Gobierno que no promueve y organiza
el cambio social, corre el riesgo de que el futuro lo alcance; e incluso, puede
convertirse en enemigo de la sociedad.
Gobierno que no prevé lo previsible
y no piensa ni asegura el futuro, es
desobligado e irresponsable.
Gobierno que no sirve ni forma
parte de la solución, se convierte en el problema o en parte de él.
Quien quiera oír, que oiga.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH