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No
aparecen ni figuran los principales secretarios del gabinete
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Los
cambios que no anunció el presidente López Obrador
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Se
trata de ocultar una crisis de gobernabilidad federal
Por Miguel Angel Cristiani
Gonzalez
A estas
alturas del partido, cuando ya estamos en plena etapa tres de la pandemia del
coronavirus, uno se tiene que preguntar ¿y donde están los principales
titulares del gabinete presidencial?
Habría
que preguntarse ¿cuándo fue la última vez que se vio en público o ya de perdida
en las conferencias mañaneras, a la que se supone es todavía la secretaria de
gobernación, Olga Sánchez Cordero?
Este
viernes se cumplen quince días desde que se publicó y corrió como reguero de pólvora
por las benditas redes sociales, el rumor de que de “buena fuente” se sabía que
el domingo junto con el plan económico para enfrentar al coronavirus, habría de
anunciar también los cambios en su gabinete.
Se dijo
que el canciller Marcelo Ebrard sería el próximo secretario de Gobernación y
Olga Sánchez Cordero ocuparía su lugar en Relaciones Exteriores.
Aunque se
negó, pareciera que efectivamente Marcelo Ebrard se ocupa de los asuntos más
importantes en la política no solo exterior sino también en la interior en nuestro
país. Luego de que en dos ocasiones, ha salido a dar a conocer importantes
anuncios respecto a la pandemia del COVID-19.
¿Qué no
correspondería en dado caso a la secretaria de Gobernación dar a conocer esa
información?
A menos
que para predicar con el ejemplo -como diría ya saben quién- la secretaria de
Gobernación, como parte del club de los ilustres senectos del gabinete
presidencial, haya sido enviada a su casita, temporalmente, para guardar el
recomendable resguardo.
La otra ausencia
notable y citable, es la del secretario de Hacienda, Arturo Herrera a quien
tampoco se le ha vuelto a invitar a las conferencias mañaneras y tampoco ha
salido a hacer declaraciones sobre las finanzas públicas y principalmente del tema
del uso del fondo de reservas económicas del país para contingencias o del
adelanto que el presidente López Obrador pretende que le haga el Banco de
México.
Al que sí
se le ha visto en las conferencias mañaneras, es al aún secretario de Salud, Jorge
Carlos Alcocer Varela quien asiste como mera figura decorativa, porque no
responde a ninguna pregunta y cuando lo hace, se le va el avión, -no el que
supuestamente se iba a rifar-por lo que seguramente ya le recomendaron que “calladito
te ves más bonito”.
De hecho
el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell
Ramírez que surgió como vocero de la pandemia en nuestro país, ha acaparado los
micrófonos, no solo en las conferencias mañaneras, sino que tiene hasta una
versión vespertina.
Hasta se
creó un mini gabinete de “científicos” integrado por académicos e
investigadores, en el que coincidentemente no figura el mismísimo secretario de
Salud, que se supone debería de encabezar el prestigiado catedrático
universitario, pero en cambio, López-Gatell se dio el lujo de presumir que él
sí forma parte del selecto grupo de los llamados “investigadores nacionales”
que por cierto reciben un buen apoyo económico, pero hay que preguntarse a qué
horas puede cumplir con esos dos encargos-nóminas.
En fín,
que se cumplen ya quince días, de que se expandiera como el coronavirus la
versión de que habrían cambios en el gabinete, que al ser confirmados por el
presidente de la república, habrían implicado también una crisis política
mayor, no solo de gobernabilidad, económica y hasta de salud en las altas
esferas de la Cuarta T.
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