Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
“Quiero cerrar el mes (eso es lo que deseo), sin
pérdida de empleo para que en agosto empecemos la recontratación de
trabajadores y comience la recuperación. Porque he dicho que esta crisis tiene
que ser como una V, caer y levantarnos. Nuestros adversarios pronostican que va
a ser una L, que caímos y que nos vamos a ir abajo durante mucho tiempo. Creo
que les vamos a ganar” dijo el Presidente López Obrador el domingo anterior en
Oaxaca.
El problema es que no se trata de querer. Si lo que
desea es cerrar este mes sin pérdida de empleos se le jorobó el asunto porque
nada más en Veracruz se han perdido más de 10 mil en este mes de julio al que
le faltan dos días para terminar. Es decir, su deseo se fue por el caño.
“Porque he dicho que esta crisis tiene que ser como
una V…” ¿Tiene que ser? O sea, ¿debe ser a chaleco porque así lo quiere el
señor?
Ningún país ha salido de una crisis económica nomás
porque lo desea el presidente, sino con apertura económica, inversión y
empleos. Y en México no hay hasta este momento ni la una ni los otros.
“Nuestros adversarios pronostican que va a ser una
L…”. ¿Qué? ¿Acaso las calificadoras y los bancos internacionales también son
sus adversarios? Esos organismos hicieron sus pronósticos basados en el pésimo
manejo de la economía desde antes de la pandemia. Y su augurio es que quizá,
reitero, quizá, habrá un leve repunte como por mayo del año entrante. ¿De
cuánto? De entre el 0.1 y el 1.0 por ciento si bien nos va.
El cataclismo económico que apenas comienza será el
peor del que se tenga memoria, porque desde un principio el gobierno de López
Obrador manejó pésimamente la economía y porque ya con la pandemia encima, se
negó apoyar a las grandes empresas (el 8 por ciento de la fuerza generadora de
empleos) pero se llevó entre las patas a las pequeñas, medianas y micro
empresas que conforman el 87% de la fuerza laboral de la nación.
Hubo apoyos que rayaron en lo miserable como los
préstamos de 25 mil pesos a menos del 8 por ciento de las Mipynes que apenas
alcanzaron para pagar sueldos y bajar la cortina. Muchas no volverán a abrir.
Pero su política económica no sólo ha ahorcado a las
empresas; también lo ha hecho con los ciudadanos.
De acuerdo con el Coneval al 54 por ciento de los
mexicanos no les alcanza con lo que ganan para comprar los alimentos de la
canasta básica, cuando en marzo este porcentaje era del 34 por ciento y ya era
preocupante.
Que el presidente viva una realidad alterna donde todo
se va a componer como por arte de magia, es su bronca. Lo imperdonable es que pretenda
engañar a los mexicanos cuando todo mundo, menos él, están viendo la ola del
maremoto que se vendrá encima.
¿Cómo pretende la recontratación de trabajadores
cuando ha reducido presupuesto, ha cerrado oficinas públicas o ha reducido la
planta laboral? ¿Cómo pretende que los empresarios contraten personal cuando
están ahogados en deudas (pagos de agua, luz, teléfono, impuestos al SAT, etc.)
y no les ha dado facilidades para que cubran esos gastos más adelante?
En lo referente al trabajo, lo único que ha dado la 4T
al país han sido 12 millones de desempleados, cifra nunca vista de 70 años para
acá y menos en 19 meses de gobierno.
Pero el presidente quiere, casi casi está ordenando,
que se reactive la economía y comience la recuperación en agosto así nomás por
sus pistolas.
Ándele pues, sí cómo no.
En fin, veremos a finales de agosto cómo le está yendo
al país con esta jaladísima ordenanza que lo único que tiene de positiva es la
buena voluntad y el autoritarismo mal manejado del presidente.
Hasta por sabido se calla que Morena vapuleó a la
oposición en las elecciones del 2018 y que se alzó como una poderosa fuerza
política al ganar por mayoría los Congresos locales y el Congreso Federal.
Pero ya en el poder los morenos se han comportado como
lo que son; excelentes luchadores sociales y pésimos políticos que han
convertido en un mito la máxima de Andrés Manuel López Obrador de no mentir, no
robar y no defraudar al pueblo.
Ante el fraude electoral que prepara Morena para las
próximas elecciones a partir de la reforma Constitucional del 22 de junio y la
reforma al Código Electoral de Veracruz, que se votará hoy martes, los partidos
PAN, PRD y PRI encabezados por sus dirigentes Joaquín Guzmán Avilés, Jesús
Velázquez Flores y Marlon Ramírez Marín respectivamente, presentaron diversas
acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.
Marlon Ramírez, manifestó que estas acciones de
gobiernos autoritarios “provocan que quienes tenemos la visión de estado, la
visión de gobierno, que hemos luchado para consolidar el régimen de garantías y
derechos que tenemos, nos reunamos y nos unamos para presentar un frente común
ante los atropellos que pretenden hacer a la ley”.
Y agregó: “Nosotros no hacemos conspiraciones, hacemos
acuerdos políticos y eso implica encontrar las coincidencias que nos unen, y en
este caso lo que nos une a Jesús Velázquez, a Joaquín Guzmán y a un servidor,
es defender el marco jurídico electoral para que en la próxima elección la
gente pueda seguir votando en libertad y decidiendo libremente quienes quieren
que sean sus gobernantes”.
Dijo que Morena pretende sustraer de la revocación de
mandato al gobernador Cuitláhuac García. “La estrategia es clara, tienen hasta
el mes de julio del próximo año para la armonización de la revocación del
mandato, pero un mes antes habrá el gran laboratorio para que sean los consejos
distritales quienes manejen y cuenten los votos y de esa manera tener un ensayo
que terminará por impactar la democracia en el estado de Veracruz”.
Los tres dirigentes coincidieron en que se trata de
una reforma electoral innecesaria, que resta certeza al proceso electoral, pues
no existe lógica en el planteamiento de cambiar la operatividad de las
elecciones, cuando la norma vigente fue la que permitió la alternancia en
Veracruz en el 2016 y 2018.
Manifestaron que las acciones de inconstitucionalidad
van encaminadas a solicitar que se suspenda y en su caso se anulen las ilegales
reformas al código electoral y que se defienda la libertad y la democracia en
Veracruz.
Tanto Guzmán Avilés, como Velázquez Flores y Ramírez
Marín, lamentaron que Veracruz enfrente crisis económica, altos índices de
violencia y colapso en el sector salud, porque el partido en el poder ha
preferido ocuparse en planear su fraude electoral, en lugar de trabajar por la
salud, la seguridad y el bienestar de los veracruzanos.
Los dirigentes concluyeron: “Esto va más allá de los
partidos políticos. Es la defensa de la democracia. Una defensa necesaria por
la ineptitud de Morena y su mezquindad de sacar ventaja en estos momentos de
crisis”.
Cada quien por su lado, no harán mucho frente a la aún
poderosa maquinaria de Morena, pero juntos y en defensa de los derechos de los
veracruzanos, el PAN, PRD y el PRI pueden ser la gota que haga trizas a la
roca.