Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Hace diez u once días Gibrán Ramírez Reyes, que se
había convertido en un analista imprescindible en los espacios informativos de
Milenio Televisión, Foro TV y el diario El País de España entre otros, anunció
su intención de contender por la presidencia nacional de Morena y junto con un
grupo de simpatizantes, la mayoría jóvenes igual que él, inició un recorrido de
sur a norte de la República llevando sus propuestas a las bases de su partido. Y
este domingo estuvo en Xalapa.
¿Quién es este joven de 30 años que quiere ponerse al
tu por tu con Mario Delgado, Porfirio Muñoz Ledo, Yeidckol Polevnsky y
Alejandro Rojas Díaz-Durán?
Por principio de cuentas su hoja profesional es
envidiable. Es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales con mención honorífica
por la UNAM. Maestro en Ciencias Políticas por El Colegio de México. Cursó su
licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública también en la UNAM, donde
obtuvo la Medalla Gabino Barreda en 2012 al mérito universitario por mejor
aprovechamiento. Además, cuenta con estudios en Derecho Constitucional por el
Centro de Estudios Políticos y Constitucionales del gobierno de España.
Es decir, nada que ver con militantes de su partido
que ostentan importantes cargos públicos y que pasaron por la primaria, pero
nunca entraron.
En conferencia de prensa Gibrán habló y habló claro. Dijo
que en lugar de ir para adelante su partido se ha quedado en el pasmo. “En casi
todos los estados nos han dicho que Morena ha dejado de existir; que está
sumido en pugnas burocráticas. En dos años del gobierno de López Obrador no ha
habido una propuesta seria para el partido, por eso es que estamos dando un
paso adelante, porque no hay nadie que haya presentado un programa para sacarlo
de ese marasmo”.
Seguidor de López Obrador y morenista desde los 15
años, Gibrán no se anduvo con miramientos a la hora de calificar a sus
oponentes ya que dijo que tanto Mario Delgado como Bertha Lujan y Yeidckol
Polevnsky se disputan quién lleva más tiempo apoyando al presidente, quién lo
quiere más y a quien le manda más señales. Pero no han dicho ni una palabra
sobre qué es lo que se va a hacer con el partido, más allá de volver al
espíritu original y otras generalidades.
¿Tiene salvación Morena? Sí -contestó-, si se sanea. Aunque
consideró que es un reto difícil, pues mientras el presidente López Obrador
tiene una aceptación del 65 por ciento, el partido tiene una intención del voto
del 18 por ciento. “Estoy seguro que si no tenemos un partido sólido ahora, el
proceso (de la Cuarta Transformación) se puede quedar en un lance sexenal”
sentenció.
Gibrán pertenece a la generación de jóvenes con
carrera universitaria que quiere hacer historia en Morena. Nada que ver con los
luchadores sociales que si en un principio hicieron fuerte al partido con sus
manifestaciones y protestas, lo han debilitado porque al parecer aún no se han
dado cuenta que ya son gobierno.
A pregunta expresa sobre si piensa ganar Gibrán
Ramírez contestó de inmediato: “Claro, de otra manera no estaría compitiendo”.
Y aunque sabe que la lucha será intensa, no le arredran los contrincantes.
Gibrán y su comitiva están haciendo una gira extenuante.
Comenzaron su periplo el lunes 31 de agosto en Quintana Roo, de ahí pasaron a
Yucatán, siguieron a Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y este domingo
estuvieron en Veracruz para después marchar a Puebla. En cada estado visitan en
promedio tres de los principales municipios donde el joven aspirante ofrece una
conferencia de prensa, pero lo más importante para él, platica con la
militancia de su partido, les da a conocer su proyecto y sobre todo, los
escucha.
¿Tiene posibilidades reales de ganar?
En algunas encuestas está en segundo lugar, sólo
debajo de Mario Delgado, lo que lo coloca como el Caballo Negro. Un Caballo Negro
que si llega primero a la meta sacudirá al partido, y que no esperaba la
burocracia ramplona de Morena.