Desde el Café
Primero fue el descubrimiento de un
escuadrón de aviadores en la “Base Aérea” del Colegio de Bachilleres del Estado
de Veracruz (COBAEV). Y ahora se trata de una injusticia más (de las muchas que
hay debidamente documentadas) con trabajadores de ese colegio. Te cuento,
lector.
Desde el 14 de julio, en plena
pandemia y con las actividades laborales restringidas, se retuvo el pago
salarial a cuatro trabajadores del COBAEV. ¿El motivo? Nunca se los dijeron a
cabalidad, simplemente y sin decir agua va les dejaron de pagar.
Pero eso no fue todo. El director
administrativo de ese colegio, Alejandro de la Cruz Garnica Fernández, los dio
de baja ante el ISSSTE al día siguiente de su retención salarial, en una acción
completamente ilegal e injusta porque los dejó sin seguridad social.
El pretexto para retener los sueldos
es poco claro y falaz. De la Cruz Garnica argumenta que los trabajadores no entregaron
en tiempo y forma sus documentos para cotejar sus perfiles profesionales. Pero
esto es una mentira ya que la documentación se entregó vía electrónica desde el
2019.
Los cuatro trabajadores (cuyos
nombres omito por razones fáciles de entender), tienen sus plazas desde hace
más de diez años y en uno de los casos son casi veinte años de antigüedad. Sus
expedientes están limpios de faltas administrativas y acudían a su trabajo en
los horarios dispuestos por sus jefes inmediatos.
Es decir, no se trata de
“aviadores sindicales” como lo ha difundido De la Cruz Garnica. Existen pruebas
y testimonios de que cumplían con su trabajo y no se iban a rascar la barriga a
sus oficinas.
Para colmo, dos de ellos padecen
enfermedades que si no siguen un tratamiento médico oportuno, pueden degenerar
en una desgracia. Una de las afectadas es una mujer que padece EPOC (Enfermedad
Pulmonar Obstructiva Crónica), con fibromialgia y cardiopatía. Y el otro es un hombre
con cáncer por un tumor maligno en el intestino delgado con metástasis a
próstata.
¿Qué van a hacer sin los
tratamientos que les proporcionaba el ISSSTE?
Reitero, los cuatro trabajadores (afiliados
al SUITCOBAEV, sindicato que lleva su defensa jurídica), fueron dados de baja
de forma arbitraria por la dirección administrativa que ignoró los procesos que
en este caso debe realizar la dirección jurídica del COBAEV. Es decir, De la
Cruz Garnica aplicó la “Ley de Herodes” al arrancar hojas de las leyes
establecidas.
Por donde se le mire, esto es un
abuso de autoridad y si tantito me apuras lector, un acto criminal, porque
peligra la vida de dos empleados que necesitan atención médica para recuperar
su salud y se las están negando.
Con su actitud a todas luces
deleznable, Alejandro de la Cruz hace quedar mal a dos personajes. El primero
es su jefe inmediato Andrés Aguirre Juárez, que cobra como director del COBAEV
pero en realidad funge como un pesado florero. Tan pesado, que podría caer en
omisión y daño patrimonial al dejar que su director administrativo cometa
atropellos ignorando las leyes básicas.
Y el segundo es Eleazar Guerrero
Pérez, el poderoso subsecretario de Sefiplan (y primo hermano del gobernador
Cuitláhuac García), quién es en realidad el patrón de Garnica. Éste por su
parte hace quedar muy mal a Eleazar al querer acaparar plazas del COBAEV a la
mala.
El Secretario de Educación de
Veracruz, Zenyazen Escobar tiene otra historia acerca de este caso, le hicieron
creer que los cuatro trabajadores despedidos injustamente son “aviadores” cuando
no es así.
Por ello, el propio Zenyanzen podría
ser acusado de daño patrimonial si los trabajadores ganan las demandas que han
interpuesto y la SEV tenga que resarcirles sueldos, prestaciones y aguinaldos.
Y a todo esto, ¿quién es
Alejandro de la Cruz Garnica Fernández?
Es un resabio del PRI que jamás figuró
en ese partido, pero encontró su “bolita” en Morena. Gracias a ello fue
nombrado director administrativo del COBAEV a pesar de su nula experiencia en el
ramo educativo.
De él se hablan pestes en el Colegio
de Bachilleres por el trato injusto, grosero y hasta soez que da al personal y
porque siguiendo la línea trazada por la 4T, ya incrustó a una sobrina de
nombre Fabiola en la nómina de esa institución educativa.
De seguir como va, De la Cruz
Garnica está en camino a perder cualquier posibilidad de avanzar políticamente
como es su obsesión. Si la justicia existe en Veracruz podría no estar lejos su
inhabilitación, cese o algo más grueso, por los atropellos e ilegalidades que
ha cometido junto con su equipo de asesores, tan ignorantes como él.
Por lo pronto las denuncias
avanzan y quién sabe, quizá más temprano que tarde le pueden llover al
funcionario las malas noticias; muy malas noticias. Y a ver como detiene el
aguacero.