Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
El martes 21 de julio unos sicarios “levantaron” al
comandante de la policía municipal de Jamapa, Miguel de Jesús Castillo
Hernández y lo asesinaron. Su cuerpo fue desmembrado y sus restos fueron
hallados a orillas del río Jamapa la noche del jueves 23.
Horas después de su desaparición, fue difundido un
video donde Miguel de Jesús acusa a las autoridades locales de tener vínculos
con la delincuencia y agrega haber participado (bajo coacción), en la
desaparición de personas “incomodas” para las autoridades municipales de Jamapa,
gobernado por la alcaldesa de extracción perredista Florisel Ríos Delfín.
El 10 de agosto los policías municipales de Jamapa
fueron desarmados por órdenes del Secretario de Gobierno Eric Cisneros. Y la semana
anterior fueron detenidos y llevados ante un juez Carlos Pérez Vicedas,
director de Obras Públicas y la tesorera del Ayuntamiento, María Aurora Pérez
Moreno, acusados de incurrir en actos de corrupción. Pero recuperaron su libertad horas después tras
el pago de una fianza.
Quien estuvo a punto de ser detenido pero escapó, fue Fernando
Hernández Terán, esposo de la alcaldesa Ríos Delfín y director del DIF
municipal, que está acusado de malversación de recursos públicos y peculado. Aunque
desde las redes sociales alega inocencia y se dice perseguido político.
Con estos antecedentes y en un ambiente cargado de
confusión y tensión, ayer miércoles en la mañana un grupo de sicarios sacó de
su domicilio a la alcaldesa Florisel y la llevaron a la comunidad de Ixcoalco,
municipio de Medellín de Bravo, donde la ultimaron a balazos.
También horas después de su asesinato, el diario
Reforma dio a conocer un audio donde Florisel se queja (al parecer ante un
grupo de reporteros), del maltrato que recibió del Secretario de Gobierno, Eric
Cisneros.
“Me dirigí a hablar con el Secretario de Gobierno
ayer, me arrepiento enormemente, se los digo de frente, porque la manera como
me trató el señor no lo merecía, me acerqué a él, me dijo: ‘Te quiero decir que
estás mal’. Ni me saludó, y dijo: ‘si tu esposo no se entrega, no le voy a
regresar las armas a tu Policía, te vamos a quitar a la Policía porque si tú no
sabes cómo está tu Policía, la que estás mal eres tú, por eso te mataron a tu
comandante, porque tu Policía está mal’”.
En las últimas semanas Eric fue denunciado en la
Cámara de Senadores por el acoso y persecución a alcaldes del PRD pero la
acusación le importó un pito. ¿Qué les dice a los munícipes? Que o apoyan a los
candidatos de Morena o se atienen a las consecuencias.
Y las amenazas han surtido efecto porque después de
que el líder estatal del PRD, Sergio Cadena Martínez, declarara que al menos
media docena de alcaldes perredistas han sido amenazados por el funcionario,
las alcaldesas de Chacaltianguis, Mayra Janeth Torres
Domínguez; de Zacualpan, Carina Lugo; de Villa Aldama, Gisela Ramón y el
munícipe de Tatahuicapan, Esteban Bautista, se deslindaron de esas declaraciones
y dijeron que Eric los trata de maravilla.
Pero al interior del PRD saben que los presidentes
municipales dijeron esa mentira porque le tienen miedo a Eric que ya les pisó
la sombra.
Enterado del crimen
y flanqueado por la Fiscal Verónica Hernández Giadáns y el propio Eric
Cisneros, el gobernador Cuitláhuac García echó a volar las palabras inútiles
que ha dicho cuando suceden hechos como éste desde que tomó posesión del cargo:
“Aquí no va a haber impunidad… No vamos a permitir que nada ni nadie esté por
encima de la ley… vamos a dar con los responsables caiga quien caiga”.
¿Cómo puede decir
que no habrá impunidad cuando la impunidad se pasea (ahora sí que impunemente)
por todos los rincones de Veracruz? Y lo de caiga quien caiga es una falacia
porque no caen los que deberían caer.
Por elemental
sentido de justicia la Fiscalía General de la República debe llamar a declarar al
Secretario de Gobierno Eric Cisneros, para que diga por qué dejó sin protección
a la alcaldesa pero además, para que responda por las violaciones a la ley que
ha cometido un día sí y otro también desde que asumió el cargo.
Este sujeto tiene
que irse porque en dos años le ha hecho más daño a Veracruz que todos los
servidores públicos que ha padecido la entidad, de Santa Anna al propio
Cuitláhuac.
Es inconcebible que
en Palacio Nacional no se den cuenta de ello. Y más inconcebible que sabiéndolo
lo sigan sosteniendo. El hecho de que siga en su puesto es el mejor ejemplo de
que la impunidad se regodea en Veracruz y que Veracruz es un estado sin ley.
Si López Obrador
piensa que de tan bueno, el pueblo es un atajo de tarugos que no tienen
memoria, se equivoca. Se acercan las elecciones y en siete meses los
veracruzanos le pueden dar un descontón que no olvidará mientras viva.
El mensaje de Marlon
A propósito del asesinato de la alcaldesa de Jamapa el
presidente del PRI en Veracruz, Marlon Ramírez Marín escribió en sus redes:
“Como dirigente del @PRIVeracruz, condeno los actos de violencia en contra de
las autoridades municipales, a las que se les ha dejado en el desamparo legal,
administrativo y de seguridad, y señalado sin fundamento por razones políticas,
desde el poder público.
“El cobarde acto criminal del que fue víctima la
Alcaldesa de #Jamapa, Florisel Ríos Delfín, no debe quedar impune, como 96 de
cada 100 homicidios en #Veracruz, de acuerdo con los datos reportados por el
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Iteso)”.
Entre esos 96 crímenes impunes a los que alude Marlon,
está el cometido contra el líder campesino y diputado local Juan Carlos Molina
Palacios, ocurrido el 9 de noviembre del año anterior.
En ese entonces el gobernador Cuitláhuac García también
dijo que el crimen no quedaría impune y se perseguiría a los culpables hasta
detenerlos; “caiga quien caiga”.
Y es la hora…