Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Parte del dinero que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez
le ha regateado a la ciudadanía en obras, lo está gastando en promocionar su
Segundo Informe de Resultados donde como paradoja, lo que menos muestra son
resultados, como tampoco los hay en el estado que presuntamente gobierna.
Los más importantes diarios y semanarios de la capital
del país, las cadenas de televisión abierta y restringida, los portales
informativos y las redes sociales, muestran al gobernador dejándose abrazar por
una encantadora señora nonagenaria que le agradece… ¿qué es lo que le agradece?
Quizá que la sacó del anonimato.
(A esta campaña también entraron las estaciones de
radio locales y nacionales y algunos medios de comunicación veracruzanos que habían
sido vilipendiados por casi dos años).
Le das click al anuncio lector y aparece una carretera
por aquí, una aulita por allá, la entrega de unas casitas, acaso alguna clínica
rural. En fin, obras más para que se luzca el alcalde de cualquier municipio,
que el gobernador de un estado con 8.5 millones de habitantes.
Son obritas que benefician a unos cuantos (y qué
bueno), no a cientos o miles como correspondería a la obra estatal. Obras que de
ninguna manera justifican el presupuesto de 129 mil 535 millones de pesos que
recibió Veracruz este año de la Federación.
También puedes ver los cintillos con el lema: “Estamos
cumpliendo, seguiremos transformando. Cuitláhuac García Jiménez 2º Informe de Resultados”.
¿Cuáles resultados?
Ni Miguel Ángel Yunes Linares que estuvo dos años en
la gubernatura, realizó una obra tan ínfima como la que ha hecho en ese periodo
de tiempo Cuitláhuac García, el gobernador más improductivo de cuantos ha
tenido Veracruz.
En tiempos pretéritos veía uno en Veracruz traxcavos
abriendo brechas para construir una carretera o levantar un puente; a decenas
de obreros construyendo o rehabilitando un hospital, una escuela, un mercado. A
los trabajadores de los puertos de Veracruz y Coatzacoalcos no les alcanzaban
las 24 horas del día para cargar o descargar cientos y cientos de contenedores.
Veías llegar industrias, grandes tiendas
departamentales, se abrían restaurantes, supermercados, fonditas, papelerías,
ferreterías, bares, gimnasios, estéticas, cafeterías…
Es decir, había actividad, dinamismo y movimiento.
Veracruz era un estado vivo. “Hoy es un estado medio muerto, paralizado, en
pausa. Una pausa que ya dura dos años”, me comentó un empresario.
¿Cuántos millones de pesos hay de inversión extranjera,
de inversión privada o de inversión pública en estos últimos dos años? ¿Cuántos
millones se han destinado a infraestructura educativa y hospitalaria? ¿Cuántos
millones han ido a parar al campo? Nada de eso verás en el Informe, a no ser
datos inflados o inventados que las auditorías del Orfis señalarán como
inconsistencias, pero después del 2024. Es decir, cuando Cuitláhuac ya no sea
gobernador.
¿Qué contiene entonces el Informe?
Una serie de mentiras aderezadas con buenas
intenciones y párale de contar.
¿Y la seguridad?
Esa es una de las mentiras. Mientras Cuitláhuac
aseguraba el 12 de este mes que la violencia había bajado en menos tiempo del
que prometió (dos años), al día siguiente unos sicarios entraron en la casa de
la alcaldesa de Jamapa, la sacaron por la fuerza y la mataron a balazos.
¿Y qué onda con la impunidad?
Que sigue enseñoreada en Veracruz y para ejemplos los
familiares de las víctimas de las masacres de Minatitlán y Coatzacoalcos, los
familiares del diputado Juan Carlos Molina Palacios, asesinado arteramente el 9
de noviembre del 2019 o los familiares de las víctimas de feminicidio. A todos
les prometieron que habría justicia “caiga quien caiga” y la siguen esperando.
Este domingo la jefa del Programa de Gobierno,
Waltraud Martínez Olvera, acudió al Congreso a entregar el mazacote del Segundo
Informe y ahí dijo que se han creado fuentes de empleo y se han mejorado las
condiciones de vida de los que menos tienen. ¿Cuántas fuentes de empleo se han
creado? ¿En dónde? ¿A cuántos trabajadores benefician?
Nada de eso dijo la funcionaria y tampoco abundó sobre
las mejoras a los que menos tienen.
Veracruz es un estado abandonado y diametralmente
opuesto al que nos quieren pintar. Con todo, hoy lunes Cuitláhuac García presentará
su Segundo Informe de Resultados y a ver quién le cree.
¿Qué va a decir a la ciudadanía uno de los
gobernadores peor calificados del país? ¿Qué va a argumentar cuando Veracruz
ocupa los primeros lugares en cierre de negocios, desempleo, coronavirus,
dengue, influenza, secuestros, feminicidios y policías asesinados?
La víspera anunció que su Informe será “virtual y didáctico”,
es decir, se apoyará en gráficas, infografías, videos y quizá en hasta muñequitos
animados.
Esto le servirá para hablar menos y eso es bueno
porque cada vez que habla más de cuatro minutos de corridito invariablemente
mete la pata.
¿Qué de bueno podemos esperar del Informe? Nada. Acaso
que lo dirá un hombre “honesto” por el que en mala hora votaron un millón 600
mil veracruzanos, que creyeron inocentemente que este luchador social del
montón los sacaría del atolladero.