Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Venimos de padecer gobiernos corruptos, saqueadores y
asesinos que dejaron hecho pedazos a Veracruz. En 2018 y a sabiendas de que no
eran la mejor opción, los veracruzanos se decantaron por unos sujetos que
hablaron de honradez y honestidad; que prometieron acabar con la corrupción,
ponerle fin al saqueo y gobernar con austeridad.
Y están resultando peores.
Se supone que tras decepcionante actuación, los
partidos de oposición (responsables también de la debacle veracruzana), recapacitarían,
aprenderían de sus errores y aprovecharían la coyuntura para buscar entre ocho
millones de habitantes, a hombres y mujeres de bien que nos representen con
altura de miras en el Congreso local, el Congreso federal y en las 212
alcaldías.
Pero no, volvieron a las andadas y sin consultar con
sus bases y menos con la ciudadanía, están escogiendo (salvo honrosísimas
excepciones) a sujetos indeseables por deshonestos. Y continúan en la pepena de
cantantes, galanes telenoveleros, ex reinas de belleza, ex deportistas y
cómicos venidos a menos, con el único fin de ver por sus intereses y conservar
su registro.
Un ejemplo lo es Francisca Viveros Barradas,
conocidísima como Paquita la del Barrio. Una popular cantante y venerable mujer
de 73 años que no tiene ni idea de dónde se metió y así lo hizo saber (No sé
qué estoy haciendo aquí). Pero que en una de esas gana en el distrito de
Misantla y sus votos le ayudarán a Movimiento Ciudadano a seguir pegado a la
ubre presupuestal.
Si se hicieran encuestas y sondeos serios, ayudarían a
los partidos a elegir a mejores perfiles que además contarían con la aprobación
popular.
En Xalapa el PRI, PAN y PRD tienen esa oportunidad si
quieren ganar la alcaldía porque deberán elegir entre dos aspirantes y un colado.
El colado se llama Sergio Hernández Hernández,
diputado local con licencia que busca con desesperación que su partido el PAN
lo nomine, cosa que es punto menos que imposible.
Los otros dos son David Velasco Chedraui y Cuauhtémoc
Velázquez Martínez. Y aquí es donde se traba el asunto.
David cuenta con el apoyo del PRI, Cuauhtémoc es
abanderado del PRD. Y el PAN que no tiene un candidato de peso, quedaría en
calidad de fiel de la balanza. Por lo que ambos aspirantes deberán hablarle
bonito al oído al líder blanquiazul Joaquín Guzmán Avilés.
Y no te creas lector que se lo van a echar a la bolsa
llevándole el mejor proyecto para Xalapa. No, nada de eso. Ganará la
candidatura el que le ofrezca la rebanada más grande del pastel en posiciones y
canonjías.
Para evitar que Joaquín se vaya con el que le prometa
más sin ser el mejor aspirante, nada como que se realice una encuesta; no con
las militancias sino con la ciudadanía xalapeña. Un sondeo así brindará elementos
sólidos para elegir al mejor aspirante.
Incluso podrían agregar a Sergio Hernández sólo para
que se dé cuenta de cuánto lo quiere la raza y eso le baje la calentura
electorera y lo ponga con los pies en la tierra.
Si David y Cuauhtémoc son buenos aspirantes (aunque el
primero esté mejor posicionado que el segundo) ¿por qué no dejar que sean los
propios xalapeños los que designen al candidato?
Eso le daría a la triple alianza la seguridad de que
competirán con una persona que cuenta con el respaldo ciudadano y por
consiguiente, con amplias posibilidades de alzarse con el triunfo.
Esa es mi humilde opinión. Pero por lo demás, háganle
como quieran.