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domingo, 10 de enero de 2021

Trump, representante nato del populismo.

 O P I N I O N 

    Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.

  La semana pasada los Estados Unidos de Norteamérica (EU), nación que es considerara a nivel mundial ejemplo de la democracia, tuvo que soportan uno más de los arranques desquiciados del populista que lamentablemente para ellos, reconoce y comenta gran parte de su población, llevó a cabo en su ciudad capital, Washington, D.C.

    Como si fuera película, algo que no sucedía en ese país desde hace más de un siglo, incito por medio de sus redes sociales a sus “seguidores” a que se dirigieran al Capitolio y lo tomarán, en protesta y presión para que los congresistas que estaban ahí reunidos, calificando la elección para elegir Presidente de ese país, no reconocieran el triunfo del señor Biden. Elección que perdió Trump en forma legal y abrumadora, situación que consideraba posible desde tiempo antes, pues en múltiples ocasiones manifestó que no reconocería los resultados si perdía, además que desde el inicio del proceso electoral lo calificó de tramposo.

    Pero independientemente de todo lo que manifestó el desquiciado populista, que todo indica que aún este día (lunes 11 de enero del 2021) ocupa la Presidencia de ese país, lo lamentable de su conducta es el resultado de esta, que dejó como saldo la muerte de cinco personas y algunos daños materiales. Daños realmente menores comparados con la magnitud de las consecuencias políticas de su loca conducta y el deterioro que causó, además de las cinco personas muertas, a la imagen de su Nación.

    La descripción de las horas de desorden que se vivieron en la Capital de los Estados Unidos de Norteamérica es de todo el mundo conocidas, durante las cuales, otra de las situaciones que se presentaron fue el deterioro minuto a minuto de la personalidad de Donald Trump, situación que no sabemos si previó, o no. Pero que al final de la lamentable jornada fue del conocimiento mundial y de los habitantes de su Nación.

    Deterior que inicio desde hace algunas semanas cuando las cadenas televisoras más importantes del vecino país del norte, lo sacaron del aire, durante una de sus peroratas desde la Casa Blanca, por la cantidad de mentiras, de acusaciones falsas que estaba diciendo en contra del proceso electoral y de sus contrincantes.

    Situación que en esta ocasión se presentó nuevamente, pero ahora con las redes sociales, las que también lo suspendieron primero en forma temporal y posteriormente en forma indefinida, por la incitación a la violencia que estaba haciendo y posteriormente por el peligro que consideraron representa el que pueda hacer uso de estas herramientas, en estos momentos para la Unión Americana.

    Acciones que aunadas a las renuncias a sus cargos de personas muy importantes de su equipo de colaboradores y de congresistas opositores y de su mismo partido, le mostraron lo equivocado de sus acciones y lo dejaron de alguna forma, que puede considerarse solo.

    Situación muy lamentable sin lugar a dudas, pero la lección de esta errónea conducta, impulsada por el problema que presentan los populistas mentalmente que es su egolatría, que los lleva a solamente tratar de conseguir lo que les conviene a ellos, sin importar los demás, es sobre lo que hay que meditar, lo que hay que analizar y de donde hay que aprender.

     Pero realmente cual fue el verdadero motivo de incitar a la violencia a la población la semana pasada para tomar el Capitolio, el egoísmo de Donald Trump por no aceptar dejar el poder. El que ganó y perdió legítimamente. Egoísmo que cuando se dio cuenta, sí es que eso sucedió    -de su conducta errónea-     entonces descalificó a sus “seguidores”, calificándolos de vándalos y diciendo que se les aplicaría el peso de la ley. Deslindándose completamente de ellos y su conducta, siendo que él fue el incitador. Pero esa es la forma de ser de los populistas, usar a quienes les crean sus mentiras y errores. Manipular a los tontos que les crean, usándolos para solamente obtener sus fines y cuando ya lo logran, los desechan, se deshacen de ellos, pues para ellos se convierten en estorbos, en basura. Ojalá y en nuestro país los integrantes del erróneamente calificado como “pueblo sabio” aprenda la lección. Solo los están usando por el momento y después, a la basura. Usted que OPINA, estimado lector. Hasta el viernes, noti-sigloxxi@hotmail.com