Llega la temporada del poder por el poder, de la pasión por la ambición de ser y parecer ser. Viejas y nuevas lecciones se hacen presentes. ¿Tenemos el gobierno que merecemos?
2021,
año de elecciones en las que, abundan aspirantes y suspirantes a estar en
nómina gubernamental, sin considerar si están aptos, son capaces y saben a qué
se comprometen.
COMPETIR
POR LA NOMINA Y EL PRESUPUESTO OFICIAL.
Al
menos, 21, 883 posiciones gubernamentales se disputan (municipales, estatales y federales). Todas sujetas
a la decisión de casi 94 millones de ciudadanos, que podrán acudir, a más de 164
mil casillas, que serán instaladas para votar.
Además
de las 500 diputaciones federales, en
las elecciones estatales se elegirán 21,383 cargos: 15 gubernaturas, 30
congresos locales (1,063 diputados); y
también, 1,926 ayuntamientos y juntas municipales, en 30 entidades. Para esto se tiene previsto contratar más de
50,000 supervisores y capacitadores estatales.
¿Qué
cumplen y qué hacen? ¿Para qué sirven?
En
Veracruz, se identifican cuando menos, 1,127 cargos. Esto es: 20 diputaciones
federales, 50 diputaciones locales, 212 Presidencias Municipales, 212 sindicaturas y 633 regidurías.
Y
además, la Universidad Veracruzana cambiará su administración, bajo su propio
proceso, recurrentemente cuestionado.
Tema que requiere más tiempo y espacio. Al cual volveremos.
Por
lo pronto, en el país, realizar elecciones consumirá cuantiosos recursos
públicos y privados.
Tan
solo el gobierno federal tiene presupuestados alrededor de 20 mil millones de
pesos, cuyo ejercicio exige buen uso y garantías de información, rendición de
cuentas, fiscalización y evaluación.
En
la estimación completa, hay que considerar otras aportaciones tanto der
gobiernos estatales y municipales, como de empresas, organizaciones y personas.
Por
otro lado, respecto a la movilización ocasionada, oportuno considerar el
volumen de empleos directos e indirectos, formales e informales, que esta
renovación electoral genera. Preguntar
respecto a contrataciones y oportunidades de trabajo, se generan cambios en el país de, ¿110 mil, hasta 220 mil, o más?
Estimación
difícil de precisar, pero sí de
considerar. Porque lo que sí se sabe, es que entraran al dominio y disposición
de la nómina los que ganen o favorezcan a otros con su decisión o influencia.
Desde
luego que todo depende del cargo de que se trate y de su posición e importancia,
en la estructura del poder.
En
Veracruz, ¿de qué tamaño es “el pastel” en juego? Se estima, que anda de12 mil, a 24 mil empleos,
cuando menos.
La lucha por lo tanto, es por alcanzar el
control del poder y disponer de recursos, posiciones y atribuciones. Es, como
se sabe, una competencia por representar
y dominar, ante la oportunidad popular, de ejercer libertades y derechos, para
votar y elegir.
¿Qué hacer a este respecto? ¿Cómo fiscalizar
los cuantiosos recursos públicos que se destinarán?
ELEGIR SIN EVALUAR, ES DE ANTEMANO NAUFRAGAR.
Obligatorio definir la mayoría que exige la
Democracia; o identificar la minoría mayor, que resulte ser la representativa.
Esto es, además de lo cuantitativo, para
empezar, hay que entender y nunca olvidar, que la elección es parte importante,
pero no lo único, determinante y característico en una Democracia.
Lo determinante y definitivo es la
participación y la evaluación ciudadana y social permanente; así como la
legalidad y la legitimación correspondientes.
Elegir es una forma de participar, es un
derecho y una capacidad, que no se hace
por y para única vez y para siempre; o que no se puede ejercer, hasta que
termine el período, que dura representación o encargo en cuestión.
La Democracia exige hoy, participación social y
evaluación pública permanentes.
No es, ni puede ser, una capacidad limitada
o contenida, cómplice o complaciente, condescendiente
o indiferente, cuando los electos resultan incapaces o incompetentes, causando cuantiosos
errores y perdidas, daños y retrocesos.
Tampoco puede ser inutilizada o negada, cuando la
situación es peor, y esos electos, destacan y se caracterizan por usar y abusar
de la representación y el poder, que temporalmente se les ha otorgado o
conferido, para dedicarse a obtener beneficios y ventajas personales,
familiares o de grupo. Cuando resultan ineptos y corrutos, ineficientes y
delincuentes, confiados y sostenidos por la simulación o la impunidad.
La capacidad de elegir, es más amplia y diversa,
ya que, incluye e implica, el derecho y la atribución de gobernar al gobierno, de revocar o
reorientar, ajustar o cambiar. No es obligatorio padecer y soportar malos y
peores.
Ante nuevas condiciones y retos, conveniente y apropiado, analizar y valorar
todo, y a todos los involucrados en la representación pública, y la operación o
gestión gubernamental.
En la consecución de logros y avances. Atender conflictos y resolver problemas; enfrentar
dificultades y superar limitaciones, bien y oportunamente.
La Democracia es un proceso integrador y
participativo de decisión y conservación, de renovación y evolución constante.
Elegir y revocar; consolidar y mejorar;
corregir y expandir; fortalecer o limitar, son algunas de las actividades a realizar, apoyados en todo
momento, en conocimiento y capacidad, en legitimación y legalidad
correspondientes.
DELINCUENCIA ELECTORAL
Elemental y básico, entender que la
delincuencia gubernamental, está siempre amenazante o presente, extendiéndose hasta el ámbito electoral,
donde se activa en su momento.
Preocupa saber y comprobar, que en muchos
gobiernos, prevalece la evasión de responsabilidad, al evitar valorar, tanto a los que ahora concluyen y se van, como a los
que permanecen y seguirán. Ocasionando o permitiendo que no informen, ni rindan
cuentas de lo que hicieron o hacen, mal o bien; o lo que no hicieron ni hacen, o
dejaron de hacer y tienen pendiente.
Imprescindible identificar candidatos electorales,
y también candidatos a la evaluación del
desempeño; en particular, aquellos que por sus nulos o malos resultados, su
inexistente o cuestionada rendición de cuentas, se les debe denunciar y fincar responsabilidades
correspondientes, por incumplimiento o indebido ejercicio del cargo. Simples
candidatos a la cárcel.
Evaluar para ser reconocidos o denunciados;
fortalecidos o, procesados y, en su
caso, estimulados o sancionados por las autoridades competentes.
Preciso distinguir bueno de malo, responsable e
irresponsable, capaz o inepto.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH