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lunes, 28 de junio de 2021

Cárteles en los ayuntamientos; P. Rica toma control de alumbrado


Delincuencia organizada ha existido desde hace muchos años en Veracruz, pero no como opera desde hace unas dos décadas, en forma tan extendida y prácticamente descarada.

La Mano Negra acaso sea la precursora de este tipo de grupos, que luego tuvieron sus exponentes en Felipe Lagunes, Toribio Gargallo y Cirilo Vázquez Lagunes, entre otros veracruzanos de ingratos recuerdos.

Cuando operó la Mano Negra en Veracruz, sobre todo en la parte central del estado, ocurrieron hechos terribles que nunca tuvieron castigo. Esta organización de matones era liderada por Manuel Parra, un trabajador minero de Hidalgo que por la vía del matrimonio se hizo rico y por cuestiones del destino llegó a la zona de Naolinco en donde compró la hacienda Almolonga, con miles y miles de hectáreas.

Su poder tenía dos bases: el grupo de matones que conformó, compuesto por hombres de Xalapa, Alto Lucero, Actopan, Cardel y otros lugares de la región, y su amistad con Pablo Quiroga Escamilla, secretario de Guerra y Marina del presidente Lázaro Cárdenas.

La Mano Negra nació en el contexto de la guerra posrevolucionaria. Gobernaba Veracruz Adalberto Tejeda, anticlerical recalcitrante y empeñado en repartir las tierras de hacendados. Eso no se hizo en un contexto pacífico, sino a sangre y fuego, así que los terratenientes respondieron y la Mano Negra operó, dicen que matando a miles.

El crimen más sonado de esta organización criminal fue el de Manlio Fabio Altamirano, gobernador electo que ya no pudo tomar posesión pues lo mataron cuando cenaba en el famoso restaurante Café Tacuba de la Ciudad de México. ¿Hubo detenidos?, sí, incluido Parra, pero luego fueron puestos en libertad.

Dicen que el grupo nació en 1928 y que operó durante cinco lustros.

Ya en época más reciente, también como delincuencia organizada, operó la llamada Sonora Matancera, de la que fue jefe Felipe El Indio Lagunes, un veracruzano que decidía vida o muerte desde su rancho El Cocal, en Paso de Ovejas, cerca ya del municipio de Veracruz.

Lagunes y su banda incursionaron en el contrabando, secuestros, robo de autos, control de porros, narcotráfico y asesinatos sobre pedido. Mataron a jefes policiacos, funcionarios de ayuntamientos y se afirma que ordenó el crimen del entonces líder cañero y diputado federal Roque Spinoso Foglia y su primo César Spinoso.

¿Cómo tuvo tanto poder Felipe Lagunes? Pues por las balas y por su parentesco y relación con el gobernador Agustín Acosta Lagunes, quien le dio más poder y al final de su mandato… se lo quitó.

Cirilo Vázquez Lagunes operó en forma similar en el sur de Veracruz, aunque le dio por entrometerse en los asuntos políticos, imponiendo algunos alcaldes, pues al parecer tenía el sueño de ser un segundo Amadeo González Caballero. Tuvo también relaciones políticas de altos vuelos.

Como se ve, estos personajes de ingrata memoria tuvieron un común denominador: cercanía y protección del poder político.

En la actualidad eso no ha cambiado, salvo que ahora los grupos de la delincuencia organizada operan en forma más salvaje y extendida. Cubren todos los rubros de los que pueden sacar dinero y cometen crímenes de manera más constante y atroz.

Eso de que cubren todos los rubros de los que pueden sacar dinero incluye ahora a los ayuntamientos, de los que se apoderan al colocar alcaldes, tesoreros y a otros funcionarios. Sucede en casi todo México y por supuesto en Veracruz, como lo ha dicho incluso el gobernador Cuitláhuac García.

Pasa así de unos 20 años para acá y es tiempo de que eso termine.

El pueblo sabe de las andanzas de estos criminales y los identifica, pero durante años pueden operar en total impunidad. ¿Qué se requiere entonces para poner fin a esta pesadilla?

El Ayuntamiento de Poza Rica ha tomado medidas para defender los intereses de los pozarricenses ante la denuncia por el incumplimiento de sus obligaciones de la empresa NL Technologies, empresa que, nos indican, cuenta con señalamientos negativos en diferentes entidades del país y en el propio estado de Veracruz.

Sobre este caso se sabe que se tiene firmado un contrato, por la anterior administración, mediante una Asociación Pública Privada (APP) para dotar de alumbrado público al municipio de Poza Rica, para lo cual fueron contratadas 13 mil 992 lámparas tipo led, pero resulta que en realidad, según nos informan, solo han sido instaladas alrededor de 3 mil luminarias que cumplen con las características convenidas.

Ante ese problema, al que hay que agregarle el incumplimiento que la empresa ha tenido de cubrir las obligaciones de mantenimiento y pago de consumo de energía eléctrica, el Ayuntamiento, en un acto de autoridad, requisó el servicio de alumbrado público y ahora se hace cargo de su operación, con ello también inicia el procedimiento que lleve a la recisión del contrato y recuperar los adeudos millonarios en que habría incurrido la citada empresa.