Seis de cada diez, en edad escolar, no tienen acceso a la educación superior.
Y
de los afortunados que logran egresar del nivel medio superior y superior, uno
de cada dos será desocupado. De poco más
de 2,4 millones de desocupados, representan casi 1.3 millones, esto es el 52%..
Eso
sin mencionar la subocupación e informalidad crecientes en este nivel
educativo.
Siguen
rechazados en aumento, frente a contados admitidos. Inocultable, que entre más educados más
desempleados.
¿Y
los derechos humanos, incorporados a la Constitución federal y otras leyes?
A
la Universidad Pública en México, como a todas las instituciones, la nueva
realidad les afecta en su desempeño. Son
notorias las condiciones que ya se viven y padecen, así como los múltiples
retos y problemas que ineludiblemente deben enfrentar y resolver. Más aún, la
complicación aumenta, para las obligadas a renovarse y cambiar su administración, como la
Universidad Veracruzana.
Importante
insistir en señalar, que unas y otras, todas las instituciones públicas están inmersas
ya, en esa nueva realidad, que todo lo está afectando y transformando.
Así
que, en general, al respecto es posible afirmar, que en cada uno de los casos
que concluyen, es posible reclamar que no se pueden admitir mediocridad,
ineficiencia, corrupción y perversidad delictiva. Tampoco conocidas y
desgastadas declaraciones y afirmaciones.
Nada
de que todo se hizo bien y se entrega casi en lo perfecto. Inadmisible declarar que no pasa nada y todo está bien.
La
exigencia incluye, la necesaria determinación y denuncia, de presuntos
responsables, prófugos potencias, y culpables impunes.
Esta
es la cuestión de todo responsable a cargo, que ya termina y debe entregar; está por precisarse qué se atendió y qué sigue
pendiente; qué se hizo y qué no; qué se
utilizó y aprovecho, en qué, por qué y para qué.
Imprescindible
saber cuáles son los buenos y los malos
resultados; diferenciar, errores de aciertos; identificar logros y
avances, frente a pérdidas y retrocesos.
En
todo caso, reconocer trabajo y esfuerzo
en los buenos resultados; y denunciar negligencia e ineficiencia, abuso y daño de
irresponsables y culpables que los ocasionaron.
Nada
de simulación y encubrimiento. Ni
complicidad, ni uso y abuso de las instituciones, sus atribuciones y recursos.
Y, desde luego, hay que determinar cuáles son las afectaciones y nuevas
condiciones, del cambio que ya empezó.
Conocido
es que no hay institución perfecta,
incluyendo las que se dicen representar a Dios; la condición humana da a todas,
los suficientes errores y defectos para asegurar esa mayor o menor
imperfección.
ENFRENTAR
LA PROBLEMÁTICA.
En
este complicado contexto, la Universidad Publica enfrenta hoy singulares
desafíos y complicadas situaciones, que propician, incrementan y agravan, todo
tipo de crisis.
En
su caso, como se le identifica y
autodefine como espacio del saber y el conocimiento, se espera que participe en
el esfuerzo social y haga ya, importantes contribuciones y un papel
sobresaliente, para superar obstáculos
y resolver problemas, que afectan a generaciones
presentes y futuras.
Se
confía que así sea; sobre todo, porque se sabe que se han canalizado y canalizan,
significativos apoyos y recursos, para su pertinente y permanente
funcionamiento, y para el cumplimiento puntual, de sus obligaciones
inherentes, a responsabilidad social y una
más y mejor educación superior. Los gobiernos pagan, la sociedad cumple, ahora
debe corresponderse.
Hoy
en día, sobresalen rechazados y desempleados, escasez de recursos y crecimiento
de necesidades institucionales. En cuanto a la mayor cobertura de educación
superior, la situación se complica, porque es ineludible atender, bien y a
tiempo, el derecho constitucional a su acceso. Esto es, el gobierno debe
ofrecer educación en forma gratuita, y
debe ampliarse su cobertura, ante
población en aumento.
Las
estadísticas muestran que, según el INEGI, al primer trimestre de 2018, como
total de personas desocupadas se reportaron
1, 713,857, frente al mismo trimestre de 2021, que fueron 2, 411,863.
En tres años, se obtuvo, un incremento del 40.7%
En cuanto a las mismas fechas, la distribución de desocupación por nivel
educativo, para 2018 y 2021 se reportaron respectivamente: 85,596 y 108,230, con Primaria incompleta; 220,614
y 272,237 con Primaria completa; 622,648
y 767,030 con Secundaria completa; y 807,232 y 1, 260,695 con Medio superior y superior.
Rechazados y desocupados aumentan.
EL ADIOS
Así,
conviene, hacer saber y recordar, que llega puntual la exigencia y sentencia, de
que: no hay plazo que no se cumpla, ni evaluación que no se haga.
Para
los que concluyen su encargo, las noticias empiezan a llegar. Muchos ya saben,
quiénes los van a substituir y asumirán el cargo; y también saben, que son y
serán sometidos a evaluación, fiscalización, para el correspondiente reconocimiento o sanción.
El
caso de mediocridad y corrupción en la Universidad Pública preocupa y debe atenderse bien y cuanto antes.
Se
sabe que algunas están quebradas, no
tienen para pagar sus gastos programados; otras está en crisis o en quiebra
potencial; y otras sometidas y afectadas por gobiernos estatales y rectorías
corruptas, ineficientes o mediocres, expertas en gastar y ganar más. Pocas
tienen oportunidades y ventajas. Es el caso de la Universidad Veracruzana,
próxima a su renovación y cambio.
En
general, preocupa su presente y futuro; y se espera más presencia, mayor
participación y más efectividad, en el
esfuerzo social, y en el gubernamental.
El
hecho es que, inocultable e insoportable. Injusto e injustificable, en muchas
formas se sabe, padece y soporta este tipo de crisis.
En
general, en la Universidad se deben atender inocultables compromisos: el avance
de la Democracia; el respeto a los derechos laborales; el crecimiento de la
cobertura de licenciatura y posgrado; el aprovechamiento tecnológico y
organizacional presente y futuro; la garantía plena y actualizada de derechos y
obligaciones individuales e institucionales; el impulso a la promoción,
exploración, creatividad e innovación artística, científica y cultural; y otros
más.
La
vida sigue, las responsabilidades de los que se van aún no concluyen. Apenas se
prepara, la entrega recepción (o decepción).
¿Reconocidos
o perseguidos? ¿Héroes o villanos?
A
todo santo le llega su fiestecita.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH