Lo importante de las definiciones es que aclaran conceptos y evitan discusiones bizantinas y acalorados pleitos de cantina que pueden acabar en tragedias para panteones o cárceles. Mucho más cuando las definiciones se hacen a la luz de la política.
Por definición y forma de registro
electoral, en Veracruz se presenta un caso que sigue siendo una gran
controversia. Gonzalo Iván Durán Chincoya, aspirante a diputado local
plurinominal -colocado en la posición número uno en el listado registrado por
MORENA-, fue aceptado y registrado como candidato ‘NO BINARIO’, esto es, no
perteneciente al género masculino ni al femenino.
Lo anterior porque así se permite ahora en
Veracruz… y no tendría nada de extraño ni de polémico. Sin embargo, dicha
situación impacta drásticamente en la aplicación de las fórmulas que definen la
distribución equitativa de la paridad de género para el próximo Congreso Local
de Veracruz.
La fórmula matemática simple para la
distribución de diputaciones para hombres y mujeres no contemplaba la situación
anterior, por lo que sí representará un verdadero dolor de cabeza a los
consejeros del OPLE.
El punto llegará a punto de ebullición,
cuando los consejeros se deban sentar a la mesa para distribuir las curules
entre mujeres y hombres. La pregunta sigue siendo, ¿En dónde ubicarán al
candidato ‘no binario’? Es decir, ¿Dónde ubicarán a Gonzalo Durán Chincoya?
¿Ocuparía el número 25 de las curules que les corresponden a las mujeres o el
número 25 de las que les corresponde a los varones? Y ojo, no es algo tan fácil
y simplista de definir pues por definición y registro es “No binario”, ni
hombre, ni mujer.
En cualquiera de las dos soluciones la
puerca torcerá el rabo. Pues si se ubica a Durán Chincoya en el grupo de las
mujeres, las féminas pierden un espacio y viceversa si se ubica en el grupo de
los varones.
El propio Gonzalo Iván Durán Chincoya pide
públicamente que sea considerado como ‘Diputade’, lo que visibiliza aún más el
problema que cada día se agudiza más, pues al no poderle considerar ni como
mujer ni como varón, quedarían solo 49 curules a repartir. Lo anterior
matemáticamente hace imposible la tan buscada paridad de género, pues
tratándose de seres humanos no se puede partir a uno para ubicar mitad en un
lado y la otra mitad en el otro. Forzosamente habrá 25 hombres, 24 mujeres y un
no binario; o 25 mujeres, 24 hombres y un no binario.
Un auténtico caso para la araña que trae
como locos a los Consejeros Electorales del OPLE y no es tan simple ni de fácil
definición.
Gonzalo Iván Durán Chincoya, por alguna
extraña razón y adelantándose a los tiempos pues aún no es diputado, visibiliza
el problema y la complicación que tiene el OPLE al salir a los medios a
recordar que es “No binario” y que por ende quiere ser considerado “diputade”.
Lo cierto es que al visibilizar el problema, quizá también pone sobre la mesa
la discusión que tienen en el OPLE y se pueda entender aún más que la
distribución de género no se podía hacer a rajatabla. Finalmente no se puede
considerar con un género a un candidato “No binario” a conveniencia. No puede
ser a conveniencia un día trans, otro sin género, otro hombre, otro mujer… por
definición no tiene género, por lo que complicó, y de qué manera, la
distribución de diputados en el próximo Congreso Local.
¿Usted qué opina?