En la política se refleja lo peor de las pasiones humanas. Engaños, traiciones, falsedades y deslealtades se dan a diario, sin importar el supuesto grado de amistad, hermandad, compadrazgo o alianza que exista.
Pero además y por las mismas razones expuestas, más por los errores propios, es cambiante y resbaladiza. Está visto que nada es seguro ni para siempre y ahí, en la política, se refleja muy bien eso.
Lo vemos ahora, una vez más, con el caso del actor y empresario Roberto Palazuelos, El Diamante Negro, y el líder del Movimiento Ciudadano, el veracruzano Dante Delgado Rannauro, a quien los últimos acontecimientos lo han ido ubicando en una realidad distinta a la que traía hace apenas unas semanas.
Tras ganar su primera gubernatura en Jalisco, con Enrique Alfaro, que concluye su mandato a finales de 2024, y obtener la segunda en Nuevo León, mediante una pareja de jóvenes que ya han tenido sus traspiés, Samuel García y Mariana Rodríguez, el exgobernador de Veracruz como que se desubicó.
De entrada empezó a hablar de que el MC ganaría la presidencia en 2024 y si bien los milagros existen, el exgobernador de Veracruz debe saber que no hay que soltar las campanas al vuelo de esa forma, más tratándose de un político al que la vida le ha dado miel y hiel.
Pero ahí iba, tirándole flechas a la luna, como es su táctica para avanzar, hasta que, primero, encarcelaron a su operador José Manuel N, su vínculo además con el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal.
El encarcelamiento ha resultado muy controvertido y criticado, pero Dante, con toda su experiencia, poco es lo que ha podido hacer para contrarrestarlo. Lo más importante fue aceptar la creación y su participación en el Movimiento por la Justicia, al que le ha hecho falta precisamente más movimiento.
Y ahora tuvo que dar marcha atrás a la candidatura a la gubernatura de Quintana Roo de Palazuelos, una persona que ha sabido hacer dinero y que desde muy joven ha estado inmerso en el mundo de la farándula, en el que muchos optan por estar en la vía del escándalo para lograr vigencia y permanecer arriba del escenario, lo que tal vez acentuó su presunción y lo dado a hablar de más.
Y si bien eso lo ha mantenido vigente como estrella de la farándula mexicana, presumiendo lo que hace y no hace pero que magnifica, en la política ya vio que a él no le resultó.
Dante tuvo el ojo para perfilarlo como candidato. Los quintanarroenses, tras muchos años de gobiernos que fueron de lo malo a hasta terminar en lo terrible, están listos para votar por alguien diferente, que en verdad represente lo mejor de la política o sea un espejismo, como pudo ser el caso del llamado Diamante Negro.
Hablador, muy conocido por sus correrías, presumido, creador de su imagen de éxito como empresario y actor, era un imán para conseguir el voto.
Eso vio el veracruzano en el famoso actor y ya se frotaban las manos porque venía el tercer gobernador para el Movimiento Ciudadano, pero lo mismo mismo que lo ayudó para triunfar en otro ámbito, lo derrumbó en la política, en donde apenas se asomaba, pero sabiendo de su peligrosidad y de lo que ya había ocurrido en Nueo León, no tardaron en despedazarlo.
En fin, Dante aprendió otra lección -¿o engaña, como ya se afirma que hizo con lo de Palazuelos?- y sigue debiendo en Veracruz, en donde no ha podido hacer crecer como se espera a su MC, haciendo valedero eso de que nadie es profeta en su tierra.
Todos los políticos se mueven en arenas movedizas, de la noche a la mañana se puede resbalar. Ya se verá cómo se recompone Dante de este resbalón y lo deseable es que mejore y que seleccione mejor a sus candidatos, pues hace falta una buena oposición en Veracruz y México.
Más política y menos actuación como la de Palazuelos, Samuel García y Mariana Rodríguez.
